La oficina económica

Álvaro Nadal Belda (Madrid, 1970) ha sido elegido para dirigir la Oficina Económica de Moncloa. Aunque la opinión pública sólo supo de su existencia cuando acompañó a Rajoy a Marsella para su reunión con el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, Nadal es un veterano que ha sido adjunto a los portavoces económicos del PP en el Congreso desde 2004.

Conocí a Nadal en un desayuno a finales de 2005, cuando era adjunto de Miguel Arias Cañete, ahora ministro de Agricultura y entonces portavoz económico del PP. Dotado de una memoria portentosa, acostumbrado a manejar cifras y procesos, Nadal tenía una formación envidiable. Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas en Icade, cursó estudios de doctorado en la Universidad de Harvard. Si algo le faltaba entonces era experiencia política, cuestión que subsanó en estos años. Pero Nadal ama la economía y resulta muy divertido hablar con él sobre las diferentes corrientes del pensamiento económico de las cuales conoce infinidad de anécdotas y detalles sobre sus principales representantes.

Zapatero se consoló durante años con que nadie había sido capaz de anticipar la crisis que vivimos. No es verdad. En aquel desayuno, Nadal y Arias Cañete pintaron el actual estado de cosas con gran precisión, con casi siete años de adelanto. De hecho, nuestro déficit por cuenta corriente, que ya superaba el 10% del PIB, era entonces el principal factor de alarma.

Poco después descubrí que tenía un hermano mellizo, también economista: Alberto Nadal, vicesecretario general de la patronal CEOE. En 2008, Álvaro pasó a ser el adjunto de Cristóbal Montoro, a quien ya había asesorado en 1998, y quedó incorporado al equipo parlamentario de Soraya Saénz de Santamaría.

Rajoy lo ha escogido para que le asesore desde un organismo que ha vivido diversas etapas. Nació como oficina Presupuestaria de la mano de Aznar, quien situó al frente al profesor José Barea, quien se convirtió en incómodo cazaminas de las desviaciones presupuestarias de Rato. Su forma actual la adquirió con Zapatero, quien colocó ahí a Miguel Sebastián, su asesor económico personal. La oficina entró en una etapa polémica cuando se supo de operaciones como el asalto al BBVA por parte de Sacyr, que habían estado en conocimiento del organismo, y el vicepresidente Solbes se quejó de que pretendía suplantar la opinión del presidente en la comisión delegada de asuntos económicos.

Sebastián fue sustituido por David Taguas y los choques con Solbes aumentaron. Finalmente, en 2008, éste logró desactivar la oficina que perdió el rango de Secretaría de Estado y dejó de depender orgánicamente del presidente del Gobierno. Al frente puso a Javier Vallés, un técnico en excedencia del Banco de España y esposo de la ex directora general de Tesoro, Soledad Núñez, quien perfiló la oficina como un organismo puramente técnico. Gracias a Vallés la oficina entró en una etapa de amplia credibilidad. Con toda esta historia aprendida, Nadal tiene ahora que imprimirle su propio estilo.

john.muller@elmundo.es