Omnímodo poder 'rajoyano'

Mariano Rajoy, el mayor 'mandamás'

Mariano Rajoy ya es presidente del Gobierno con una cómoda mayoría absoluta y se ha convertido en el político con más poder de la historia democrática de España. Rajoy tiene el Gobierno central, con la obediencia a su persona como rasgo esencial del Gabinete. Rajoy tiene también la mayor parte de las comunidades autónomas; y si gana las elecciones autonómicas andaluzas en la próxima primavera, su poder territorial sólo será matizado por los nacionalistas catalanes y vascos.

Mariano Rajoy dispone de la mayoría de las grandes ciudades y ayuntamientos, que en alguna comunidad como la de Madrid o la de Murcia han desterrado al PSOE del poder municipal. Tiene también Rajoy todo el poder dentro del Partido Popular, donde no hay más doctrina que la obediencia rajoyana ni más idea que la de favorecer y ser favorecidos por el Jefe.

Ni siquiera Felipe González en 1982, cuando la autodestrucción de UCD y la cosecha de los 202 escaños, tuvo en su mano tantos resortes. La situación española, en lo económico y en lo político, es todavía peor que cuando José María Aznar llegó a La Moncloa en 1996. Pero si Rajoy no hace algo será porque no quiera. Poder, lo puede todo.

Interior sigue igual de 'ejemplar'

El PP reivindica a 'Pepunto' Rubalcaba

Muchos ministros del nuevo Gobierno podrían haber formado parte de los gabinetes opusdeístas de Carrero o del Plan de Desarrollo de López Rodó. Unos pocos, en especial De Guindos y Montoro, revivirán en Europa los retos que afrontaron Alberto Ullastres y los tecnócratas del Plan de Estabilización. Pero hay dos ministros -Gallardón en Justicia y Jorge Fernández Díaz en Interior- que Rajoy parece haber conservado para el PSOE. Si el ruinoso y liberticida ex alcalde de Madrid elogió sin tasa a su predecesor Caamaño, Fernández Díaz fue más allá en su toma de posesión: proclamó que el comportamiento del Ministerio bajo Rubalcaba ha sido «impecable», «ejemplar» y «respetuoso con el Estado de Derecho». El encubrimiento del 11-M, la negociación con ETA, la «verificación» de su «desarme» o el caso Faisán lo prueban.

Evidentemente, si Fernández Díaz dice la verdad, el PP es una banda y Gil Lázaro es un calumniador que ha perseguido semanalmente al inocente Rubalcaba. Si miente, es que va a continuar la línea de RcBc: tratos con ETA, tierra sobre el 11-M, sordina sobre el Faisán y medallas a Gómez Bermúdez.

'Número dos' sin 'número tres'

Y Soraya, la mayor 'mandamasa'

Si Mariano Rajoy es el presidente del Gobierno con más poder desde Franco, nunca ha habido vicepresidencia con atribuciones tan amplias como la de Soraya Sáenz de Santamaría.

Es una número dos sin número tres, y, tal vez, ni número cuatro. Tiene en su mano, por razones puramente jerárquicas, la coordinación de todos los ministerios; tiene el Ministerio -y hasta el misterio- de la Presidencia; es desde ayer también la portavoz del Gobierno, añadiendo la propaganda a la erudición ejecutiva. Y por si todo eso fuera poco, Mariano Rajoy le ha adjudicado el CNI, antes CESID, es decir, los servicios secretos, vulgo espías, que tradicionalmente han actuado como guardia de corps del Rey.

Si nada escapa al Poder de Mariano, nada va a escapar del control de Soraya, que hasta ahora sólo tiene un terreno vedado: el aparato del partido, en el que sigue reinando María Dolores de Cospedal. Aunque la Supervice ha prometido «humildad» en el ejercicio de sus cargos, sería milagroso, casi inhumano, que la demostrara.

Pero en las noches de llantina infantil, entre el biberón y el Aerored, tiene los dossieres sobre sus compañeros de Gobierno, que eso sí es disfrutar.

Adiós a un auténtico 'feminista'

La fregona, invento de la Navidad

Pocas personas han contribuido a mejorar la vida cotidiana de tantas otras como el inventor Manuel Jalón, aragonés ingenioso donde los haya, que se nos ha ido en vísperas de Navidad y que entre sus muchos inventos tiene en su haber el de la fregona. Gracias a él, millones de mujeres -porque la inmensa mayoría que debía arrodillarse para fregar los suelos era y es de sexo femenino- se ahorraron gravísimas enfermedades de artrosis y artritis, espalda y rodillas, huesos y articulaciones, que como silenciosa plaga bíblica afligía a tantos seres genuflexos, rascadores y frotadores en hogares y ministerios, en todos los ámbitos de lo público y de lo privado.

El éxito de Jalón -que tuvo varios en su fructuosa vida- puede medirse por un detalle olvidado en los obituarios: en todas las novelas del siglo XIX y más de la mitad del pasado siglo XX la palabra fregona -en algunas piezas satíricas fregatriz- se refiere a una persona. Desde las últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI, una fregona ya no es la que trabaja fregando sino un artefacto que ayuda a no deslomarse a quien tiene que fregar.