La izquierda en la derecha

Podríamos hablar mucho de incumplimientos de programas. Tanto que dudo que bastase un artículo de este tamaño para rememorar el desprecio que muestran todos los partidos por las promesas electorales. Pero quizás son aquellos incumplimientos sin sentido, fruto de la falta de convicción ideológica, los que más daño pueden provocar.

Hoy no hablaré de las excarcelaciones ni de la Justicia. Tan sólo lo haré de la política fiscal que padecemos. De los cerca de 35 incrementos de tributos que soportamos en dos años, y del impacto que tienen unas subidas superiores a 31.000 millones cuando recaen sobre los mismos hombros que ya aguantaron en los dos últimos años del PSOE otros 20.000 millones en subidas.

Ha sido el ministro de Hacienda quien esta semana ha asegurado que en 2015 eso que él considera rentas altas –y que en el resto del mundo no pasan de medias–, seguirán pagando un 52% en el IRPF. Un pago que se convierte en 55% ó 56% en media España gracias a nuestros incansables saqueadores autonómicos.

Y ha sido el mismo Montoro quien ha dicho que «hay nóminas muy abultadas a las que no les pasa nada si hasta la salida de la crisis no tienen una bajada mayor de impuestos. Hay que hacer una distribución equitativa de la aportación de las rentas».

¿Bajada mayor? ¿No pasa nada? ¿Distribución equitativa? En primer lugar, ni bajada mayor ni menor. Porque aquí lo que todos sufrimos es simplemente un atraco fiscal que ha hecho que tengamos la mayor tributación de todas las grandes economías en las rentas superiores a 33.000 euros. ¿Son ésos los ricos a los que ahora parece odiar el Partido Popular?

En segundo lugar, ¡claro que pasa! Pasa que el bombardeo al logro de la riqueza trae la pobreza y la desincentivación del esfuerzo, mientras seguimos esperando que el déficit se ajuste por el gasto público y no por el abuso fiscal.

Y en tercer lugar, permítanme que recuerde una frase de ésas que le gustaban al PP antes de que albergase a la izquierda en su seno. Una frase de Friedman que, simplemente, es el resumen de la historia del mundo: «Una sociedad que priorice la igualdad sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas».

La izquierda no funciona. La practique el PSOE o el PP. Este Gobierno debería saberlo ya. Aunque a la vista está que no debe recordarlo.