Regalo a ETA

Hacía tiempo que ETA no lograba un éxito de tanta relevancia. La decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos no sólo va a permitir que, al amparo del recurso de Inés del Río, puedan ser excarcelados en pocos meses 56 terroristas de la banda, sino que, además, ratifica una de sus tesis más dañinas: que la Justicia española se ha saltado la legalidad para «reprimir y torturar a los presos vascos».

Ayer, un responsable de la lucha antiterrorista confesaba que «la sentencia ha dado una inyección de moral a ETA». El frente carcelario, en el que se empezaban a percibir algunas grietas, queda a partir de ahora solidificado con esta decisión, que demuestra, en opinión de los terroristas, lo acertado de su estrategia de resistencia.

Es verdad que, según las mismas fuentes, no se adivina en el horizonte una posibilidad de vuelta a la violencia. La dirección de ETA mantiene los mismos postulados que hace meses. Sin embargo, la victoria lograda en Estrasburgo va a dar impulso a la lucha conjunta con Sortu para pedir el acercamiento de presos.

Sólo había que ver las caras de los líderes abertzales ayer, tras conocer la sentencia, para darse cuenta de su significado.

Aunque el Gobierno va a mantener firme su posición de no modificar la política penitenciaria, está claro que ahora lo va a tener más complicado, porque a la presión de Sortu se le va a unir la del PNV, que también se felicitó por la decisión del Alto Tribunal Europeo.

No es descartable que, en las próximas semanas, veamos actos de homenaje o recibimientos masivos a los presos excarcelados en sus pueblos y ciudades. Interior se ha comprometido a evitar esa humillación añadida a las víctimas, pero seguramente habrá numerosas movilizaciones, caldeadas por este ambiente de euforia.

¿Qué van a hacer ahora los presos? Evidentemente, los que lleven años de condena con el Código Penal anterior a la reforma de 1995 seguirán el mismo camino que Inés del Río.

¿Y el resto? Hasta el momento, la política de ETA consistía en imponer a sus reclusos no solicitar los beneficios penitenciarios a los que podrían tener derecho, como una forma de deslegitimar el sistema.

Sin embargo, ahora eso puede cambiar. Aunque parezca contradictorio, ETA podría abrir la mano para que los presos más quemados soliciten esos beneficios, toda vez que ya se actuaría desde la fortaleza y no desde la derrota, según las tesis etarras.

Lo que ETA no puede ocultar es que su derrota sigue siendo inapelable, a pesar del balón de oxígeno de Estrasburgo.