La palabra

HASTA su acepción 16, no significa conjunto de personas que defienden una misma opinión o causa. Es decir, su significado político es bastante desdeñado. Sin embargo, es una de las palabras más usadas hoy en día. Las subdivisiones en un mismo partido político son frecuentes y hasta imprescindibles para acercarlo a la realidad. Y es que la política está justamente desacreditada, y sus denominaciones, cuanto más vagas, más representativas. Hay que mirar con cierta perspectiva, si no se pertenece a ninguna facción. Y más cuando, con neutral lejanía, las cosas se miran desde arriba. O, cuando no perteneciendo o beneficiándose de ninguno se perciben todos con mayor desinterés y, en consecuencia, con mayor claridad. La enemistad entre unos y otros por razones personales, beneficiosas o solidarias es lo que más marca fronteras (si tal palabra puede emplearse en el caso catalán). Con la mayor frecuencia se transforma en un juego donde se cuelan habilidosos o se aspira a actuar con falsa independencia y un pito en la boca. Ganan o pierden ellos, no la nación: sólo un campo deportivo. Y los que chillan son los beneficiados o justificados personales... En serio: la palabrita es una mierda. Si no se opina así, échese un vistazo general. ¿No dan ganas de salir de este estadio, donde hasta el Tribunal Constitucional saca entradas?