Lo que va a quedar de un periódico

Muchos buenos profesionales del periodismo opinan que el periódico –el diario en papel o en internet con formato de publicación periódica, no la página de internet que varía a cada minuto según van llegando las noticias– no tiene más porvenir que la inclusión de grandes reportajes y columnas de opinión. La información básica nos llega directamente al móvil, apuntan.

Es comprensible que se esté reconsiderando a fondo el papel que ha de desempeñar el periódico cuando internet ha cambiado tan drásticamente los datos de este juego de la información. Pero quizá no deba ser tan reducido como ése que se aventura.

La información básica que nos llega por el móvil, la tableta, el PC o el canal de noticias de la televisión no aporta más que un par de pinceladas: rumores de armas químicas en Siria, tiroteo en un complejo de la Marina estadounidense en Washington... Muchas personas se contentarán con ello y no precisarán de un periódico, pero no muchas más que las que tampoco neceasitaban antaño más que la radio y la televisión. Cada noticia impactante abre una posibilidad de análisis, de explicación, de complemento, incluso de reporterismo investigativo unas horas más tarde. En el periódico. Impreso o electrónico: es lo de menos.

Por otra parte, la experiencia de EL MUNDO a lo largo de casi un cuarto de siglo demuestra que la información exclusiva, las noticias de elaboración propia en las que el diario se adelanta a cualquier otro medio, están entre los principales componentes del valor añadido que hará al público seguir un medio. Estos días pasados solamente uno aportaba datos significativos y reveladores sobre los negocios internacionales de la familia Pujol, por ejemplo...

Grandes reportajes, opinión, ampliación y análisis de las principales noticias y reporterismo investigativo propio conforman un escenario más amplio para los periódicos del futuro que ése totalmente secundario y seguidista que algunos les atribuyen. Y es fundamental que así sea porque, o los usuarios perciben claramente ese valor añadido, eso que el periódico les proporciona que no van a encontrar gratuitamente en un resumen de Google o de Yahoo, o no van a pagar por ello. Y un periódico, o atrae ingresos por sus contenidos, o no tendrá ni razón ni forma de ser.

Los grandes diarios financieros, Financial Times y Wall Street Journal, y el New York Times ya están demostrando por dónde hay que ir para convencer al comprador.