‘La maleta de Marta’

VAYA. Otro ser humano equivocado. Otro que confunde el amor con la posesión y la posesión con la violencia y a Dios con su propia imagen reflejada en algún espejo. Qué desgracia. Para él y para quien tiene que aguantar su destructiva compañía. En qué momento de la vida le contaron la historia del revés. Quién le dijo que él podía decidir por nadie y menos hacerlo a puñaladas. Poco castigo ha impuesto la ley a quien es capaz de algo tan feo. Tan sucio. Tan horrendo. Porque ya está en la calle. Once años entre rejas y ya se puede pasear, otra vez, al sol y con el alma envenenada. Porque no me creo que hoy, después de vivir encerrado y con un estigma en la frente, acumule mejores sentimientos y ganas de ser mejor persona. No. No ayuda. Y enajenado o no, clavarle un cuchillo a tu ex mujer 16 veces seguidas es obra de un enfermo, sí ¿pero enfermo de qué? La respuesta es muy amplia y como mínimo reduce la pena, así que casi prefiero imaginarlo en plena lucidez, y que cargue con toda su culpa. Que es mucha. Y sin rebajas. Porque a ella no hay quien le borre la cicatriz ni el corazón partido, ni el terror, y ahí está, cargando para siempre con su mochila. Marta Anguita protagoniza un documental, La maleta de Marta, dirigido por el austriaco Günter Schwaiger, que cuenta su historia y la de tantas otras mujeres sometidas a la ira de quien un día prometió amor eterno, fidelidad, ayuda y un proyecto de vida que ha terminado en una guerra cuerpo a cuerpo. Marta estuvo a punto de morir y ahora vive encerrada en su casa por miedo a que él vuelva. La ley no tiene nada que decir. Porque son intuiciones. Y la convicción de quien sabe de lo que habla y por qué. Porque lo suyo sólo eran malos tratos psicológicos hasta que a él se le fue la mano. Pero se le fue lejos. Muy lejos. Y ella lo sabía. Sabía que aquella rabia en la mirada y aquella humillación le explotarían en la cara. Y así fue. Casi la mata. El cine, con su capacidad de ampliar los detalles, de proyectarlos, de llegar a quien quiera mirar y escuchar, una vez más, lo cuenta todo. Porque Marta es valiente y ha decidido compartir. A pesar de todo. Aunque tenga que volver a esconderse después de cada pase, aunque tenga que huir. Porque sabe que acompañada se viaja mejor. Aunque tu maleta sea más pesada que las otras. Este jueves, en la Cineteca de Matadero, en Madrid.

@cayetanagc