Campeón

La implicación de José Blanco en el caso Campeón comienza con la confesión del empresario Jorge Dorribo ante la juez de Lugo, Estela San José, el 8 de agosto de 2011.

La investigación se declaró secreta. Dorribo pactó salir de prisión (llevaba dos meses y medio en preventiva) a cambio de colaborar con la Justicia, aunque fuera autoinculpándose de graves delitos.

El 4 de octubre de 2011, EL MUNDO publica en su portada: «Un empresario confiesa a la juez pagos a Blanco y dos diputados de PP y BNG». Un día después presentaron su dimisión Pablo Cobián (PP) y Fernando Blanco (BNG). Blanco, que entonces era ministro de Fomento y número dos del PSOE, decidió aguantar.

En el curso de la investigación, ya en 2012, se encontró una deriva catalana de la trama de tráfico de influencias montada por Dorribo y sus amigos, entre ellos José Antonio Orozco, persona también muy cercana al ministro de Fomento.

De ahí se desgajó una pieza separada, que se conoció como la trama de las ITV, que ha terminado con la imputación de Oriol Pujol (secretario general de CDC) precisamente por tráfico de influencias.

Al ser Blanco aforado, el caso Campeón acabó en el Tribunal Supremo. Tras meses de investigación, el fiscal Dolz apreció indicios de un delito de tráfico de influencias del ministro en favor de José Antonio Orozco, en la concesión de unos permisos para la construcción de una nave para su empresa Azkar en las cercanías del aeropuerto del Prat. A esas alturas, el delito de cohecho apreciado por la juez San José (las entregas de dinero de Dorribo en la gasolinera de Guitiriz) se había dejado aparcado. Y se impidieron diligencias solicitadas por la Udef (patrimonio y cuentas de Blanco y su esposa) encaminadas a la demostración de dicho delito.

Finalmente, Blanco sólo fue imputado por tráfico de influencias y el propio instructor del Supremo, José Ramón Soriano, pidió al Tribunal el pasado 7 de junio la tramitación del suplicatorio para sentar en el banquillo a Blanco.

Ayer, la Sala Penal estimó que en los hechos probados no se dan las circunstancias del delito de tráfico de influencias. Blanco inmediatamente se apresuró a declararse «víctima de un infundio político».

Consideraciones: el caso Campeón ha permitido descubrir una trama de tráfico de influencias amplia y ramificada en la que están implicados políticos del PSOE, del PP y de CiU. Los hechos denunciados por el empresario Jorge Dorribo y posteriormente acreditados por la investigación, llevaron a la juez de Lugo, a la fiscal de Lugo, al fiscal del Tribunal Supremo y al instructor del Supremo a apreciar un delito de tráfico de influencias por parte del ex ministro de Fomento. La resolución de la Sala Penal del TS eleva tanto el listón para poder acusar del delito indicado, que abre la puerta a la concesión generalizada de favores de altos cargos a sus amigos.

Dicho esto, la resolución hay que aceptarla y felicitar a Blanco. Como dijo Cela, en España, el que aguanta, gana. Y mucho más si es persona influyente (y con amigos poderosos en el PP).