Sade resucita en TVE

Había oído hablar mucho del programa MasterChef que emite TVE con un gran éxito de audiencia. Hace unas días, me senté junto a mi hija pequeña para verlo por pura curiosidad. Y el resultado es que me quedé perplejo. No podía dar crédito a lo que sucedía ante mis ojos.

Y lo que veía era cómo dos señores y una señora maltrataban a unos cocineros que se esmeraban en tener sus platos a punto y luego eran humillados sin miramiento alguno. A uno se le habían quemado las patatas, a otro se le había ido la mano con el vinagre en la salsa, al tercero le había quedado la carne seca y al cuarto se le había olvidado sacar el pescado del horno a tiempo. Pero todo ello dicho con modos insultantes y prepotentes para dejar por tontos a los aspirantes del concurso.

Me recordó Los 180 días de Gomorra del Marqués de Sade, relato en el que un grupo de jóvenes son encerrados en una mansión campestre y sometidos a todo tipo de vejaciones para disfrute de unos señores feudales.

Este programa de TVE sirve de perfecto compendio de todos los males y horrores de la sociedad española, empezando por el abuso de autoridad y el maltrato a los subordinados, obligados a aguantar estoicamente las vejaciones en espera de ser elegidos por esa especie de jurado perverso de tres personas que juegan a ser Dios.

La moraleja que subyace en MasterChef es que para progresar en la vida hay que sufrir y aguantar las humillaciones de quien tiene el poder. Vale más congraciarse con el que manda que hacer bien las cosas.

Esta filosofía enraíza muy bien con la tradición autoritaria de nuestro país y con los tiempos de la Inquisición, en la que cualquier intento de defenderse de acusaciones arbitrarias era un agravante para la condena que ya estaba dictada de antemano.

Insisto en que el mensaje de MasterChef es muy aleccionador en estos tiempos de crisis: hay que joderse para poder sobrevivir. Pero se me ocurre una sugerencia para los concursantes: en lugar se someterse con una actitud masoquista al veredicto de estos tiranos, que les tiren el pato a la naranja a la cara. Yo me daría ese inmenso gustazo.

MasterChefemite hoy la final del concurso.