Rafael Nadal Parera
En tiempos oscuros brilla la claridad de Rafa Nadal. En caminos torcidos destaca la rectitud de Rafa Nadal. En momentos críticos resalta la calma de Rafa Nadal. En escenarios barrocos se impone la sencillez de Rafa Nadal. En episodios artificiales descuella la naturalidad de Rafa Nadal. En enfrentamientos agrios se acentúa la caballerosidad de Rafa Nadal.
Rara vez coinciden en tal medida la excelencia deportiva y la calidad humana. En Rafa Nadal, al igual que en algunos otros personajes de nuestro deporte cuyos nombres es superfluo mencionar, se equiparan hasta fusionarse. Y si estas palabras le sonrojan o le hacen sonreír, escéptico, que sepa que lo atribuimos a su modestia, no a nuestro error o nuestra exageración. Y seguro que deplora que estas alabanzas puedan convertirse, por contraste, en un ataque contra quienes, en el mundo del deporte, se caracterizan tanto por sus cualidades como por su vanidad, su altanería, su grosería o su petulancia. Hasta ahí llega su benevolencia. Hasta ahí alcanza su generosidad.
No es simpático, sino gentil. Ni una sonrisa de más, pero ni una de menos. En sus elogios al rival derrotado subyace la humildad de quien ve en la victoria el fruto del azar tanto como la consecuencia del mérito. Su resistencia a la derrota es la misma que demuestra frente al dolor, su otro adversario, sobre el que también se impone por medio de su fortaleza mental. Abrumado de triunfos y sobrado de dinero, su capacidad para sobreponerse a la rutina de las competiciones, al tedio de los entrenamientos, a la fatiga de los viajes y a las servidumbres populares del campeón permanente sólo es entendible en términos de devoción a una causa intemporal más que de entrega a una profesión perecedera.
Aureolado de un patriotismo sereno, entregado a una vida particular sin estridencias ni excentricidades, su posición frente al fraude del dopaje nos remite al deportista integral y al hombre íntegro que su fisonomía expresa y sus actos exhiben.
Se llama Rafael Nadal Parera. Pero es simplemente Rafa.