Ingenierías Fernández

EL ASOMBROSO ministro de Interior, Jorge Fernández, dijo ayer que el Gobierno hará «ingeniería jurídica» si el Tribunal de Estrasburgo sentencia en contra de la llamada doctrinaParot. He oído mucho, pero creo que es la primera vez que oigo exponer a un ministro su intención de actuar de un modo resueltamente inmoral, aunque elegante. Debe de tratarse del contagio, porque bien es cierto que la propia doctrinaParot es ingeniería jurídica en sí misma, eufemística y vergonzante solución del que no ha querido llamar a las cosas por su costoso nombre. O para decirlo en la dogmática de la doctrina alemana del Derecho, que me recita de corrido el abogado Melero: puro fraudedeetiqueta en torno al sintagma cadenaperpetua.

Los ingenieros padecen la ya antigua vergüenza de ver su honrada actividad sometida al fraude. La ingenierafinanciera no es más que la aplicación de determinados métodos para eludir el desprestigiado nombre de especulación o incluso para eludir responsabilidades fiscales. La ingenieríasentimental alude a los adúlteros, aunque esta condición y esta palabra me parecen ya un poquito Madridenagosto, Baden-Baden. La ingenieríapolítica trata de casar las frecuentes contradicciones entre los intereses y los principios. La ingenieríagenética soporta el peor de los planes posibles, con su peligrosa oposición a lo natural, en todos sus sentidos. La ingenieríasocial es la marca corporativa que imponen las dictaduras, aun parciales. Y la ingenieríasemántica, en fin, designa las retóricas a las que acude el eufemismo para atenuar la verdad.

Sin embargo, nadie había llegado tan lejos como el ingeniero Fernández. Nadie había situado en el corazón objetivo del Estado de Derecho la untuosa y cínica modulación de la ingeniería. Entre otras cosas por el peso contundente que tiene la ley cuando actúa y se explica. «La ley es la ley», dícese de la ley. Mucho peor la osadía cuando se piensa que el ministro animó al mangoneo ingeniero frente a un Tribunal que en su momento decidió que era justa la ilegalización de Batasuna, tan celebrada y yo el primero. Este ministro. Capaz de hacer bueno el siniestro tópico. El que frente a la ley de Europa, España ofrezca su ingeniería moral.