Palizas a inmigrantes para ganar votos

La campaña electoral de los neonazis griegos, que según algunas encuestas podrían subir al 10% en los comicios de hoy, se ha basado en agresiones xenófobas

Mítines y asambleas son los métodos tradicionales a los que en los últimos días los partidos griegos han recurrido para pedir el voto de cara a los comicios de hoy. Pero hay una formación que ha encontrado un modo distinto de hacer campaña electoral: el partido neonazi Amanecer Dorado. Su método es sencillo: consiste en dar palizas a inmigrantes, preferentemente a aquellos que tienen la piel oscura.

El goteo de agresiones es constante y raro es el día en que no se produce alguna. El pasado jueves, sin ir más lejos, tres paquistaníes fueron atacados en el centro de Atenas y junto al puerto de Pireo. Y entre los propios inmigrantes se habla incluso de compatriotas desaparecidos que podrían haber sido asesinados. De hecho, y según ha publicado el rotativo Tanea citando fuentes de las comunidades de inmigrantes, desde septiembre pasado hasta ahora en Grecia han desaparecido 30 inmigrantes, de los que en 10 casos se han acabado hallando sus cadáveres. No se saben los motivos que se ocultan detrás de esos sucesos, pero el dato está ahí.

«Tengo mucho miedo. A mi cuñado le pegaron los neonazis y le abrieron la cabeza», nos cuenta Malik Aftikhar, un paquistaní que lleva 22 años en Grecia y que regenta un bazar en el número 36 de la calle Sofokleous, en el centro de Atenas. «Fue una banda de unos 12 tipos armados con bates de béisbol. Estuvo tres días hospitalizado».

Amanecer Dorado, un partido que aboga por colocar minas antipersona en la frontera de Grecia con Turquía, consiguió en las pasadas elecciones del 6 de mayo el 6,97% de los votos, el equivalente a 21 diputados en un Parlamento con 300 escaños. Y según las encuestas confidenciales que circulan por Atenas (la legislación griega prohíbe publicar sondeos en las dos semanas previas a las elecciones), ahora podrían subir hasta un 10%, aupados por la ola de xenofobia que la grave crisis económica está generando y por la violenta campaña de patadas, golpes y garrotazos que llevan a cabo.

«Tengo que admitir que no hemos sido capaces de controlar el problema de la inmigración», acepta el ex ministro del Interior Michalis Chrisochoidis, un viejo león del partidos socialista griego (Pasok) conocido por haber aplicado una política de mano dura contra los grupos anarquistas helenos y que ha tratado de hacer otro tanto con el millón de inmigrantes ilegales que se calcula que existen en Grecia, un país con 11,2 millones de ciudadanos. «El motivo por el que los neonazis están creciendo es ése», sentencia.

El racismo y la xenofobia están encontrando un caldo de cultivo perfecto en la grave recesión que desde hace dos años sufre Grecia, y que ha empujado al umbral de la pobreza a casi una de cada tres personas (exactamente al 27,7%).

«Recibo muchas donaciones de alimentos por parte personas que, como condición, me piden expresamente que esa comida no vaya a parar a inmigrantes. Yo, obviamente, no estoy de acuerdo y me preocupa enormemente el clima racista que se respira en Grecia, pero tengo que respetar lo que me piden», asegura a EL MUNDO Xenia Papastravou, la mujer al frente de Boroume, una ONG que cada día da de comer a 5.000 necesitados.

Muchos inmigrantes están regresando a sus países. Casi ninguno se atreve a salir a la calle solo. Y algunos grupos de jóvenes se están organizando para tratar de defenderse de las agresiones. La propia Urania Michaloliakos, de 25 años e hija del líder de Amanecer Dorado, fue detenida el pasado día 2 junto a otras cinco personas por agredir a un inmigrante. «No queremos hablar con EL MUNDO, sois nuestros enemigos, no nos gustó el anterior artículo que escribiste sobre nosotros», nos decía ayer cuando la llamamos.