JULIÁN JAÉN
Joseph Stiglitz, Nobel de Economía, profesor de la Universidad de Columbia y héroe fugaz de los indignados, criticó a la Administración Obama con dureza por rescatar a sus bancos. Ahora apoya los créditos a las entidades españolas, si bien la ayuda europea apenas le parece un parche. De tour por su último libro, The Price of Inequality (El precio de la desigualdad), el ejemplo español le sirve para subrayar que la crisis actual requiere cambios más radicales.
Pregunta.- ¿Hasta qué punto puede ayudar el rescate bancario en España?
Respuesta.- Es necesario como medida a corto plazo, porque hay pocas opciones si quieres mantener el sistema financiero a flote. Si no se hiciera, la gente seguiría sacando el dinero de los bancos españoles. El fallo, sin embargo, es que este rescate no supone ninguna solución a largo plazo. Hay pocos casos en los que el rescate ha funcionado cuando se aplica una solución temporal de este tipo. La idea es que das dinero, la gente tiene más confianza y la economía crece; de esta manera, puede funcionar. El ejemplo que se me ocurre es Brasil, que en 1998 estuvo a punto de colapsar, pero gracias al rescate salió adelante, fue capaz de pagar sus deudas y resurgió de la crisis. En otros casos, cuando el rescate no responde a los problemas fundamentales, es más difícil que funcione.
P.- ¿Y cuáles son aquí?
R.- El problema fundamental es que Europa es hoy una casa a medio hacer. En teoría, en la Eurozona hay libre circulación de capitales, pero cada país tiene que responder por sus propios bancos. En la situación actual, es el Gobierno español el que está rescatando a los bancos, mientras los bancos están rescatando al Gobierno. Entretanto, España sufre una depresión, el paro juvenil ronda el 50% y no hay una estrategia para recuperar el crecimiento. No se ha pensado una fórmula para que las cosas mejoren. Esto no es una solución para la crisis. Y ahora estamos en un momento para la realidad. El dinero sólo es un paliativo temporal para posponer el día en que España y la UE tengan que decidir qué van a hacer.
P.- ¿Sería mejor si se tratara de un rescate pleno, que incluyera dinero también para el Estado, como en Grecia, Irlanda y Portugal?
R.- Si fuera acompañado de medidas para restaurar el crecimiento, sí funcionaría. Pero si va acompañado sólo de medidas que demanden austeridad, que han tenido el efecto opuesto, un rescate así agudizará la actual depresión. Los rescates que básicamente llegan con políticas depresivas de austeridad están empeorando las cosas. Lo que está pasando es lo mismo que sucedió en la crisis del sudeste asiático: los rescates protegieron al sector privado, pero forzaron a los gobiernos a asumir los gastos. Los inversores sacaron su dinero y los gobiernos se quedaron sin recursos.
P.- ¿Cómo puede financiarse España a corto plazo si los mercados desconfían porque gasta mucho?
R.- El problema es que el diagnóstico ha sido equivocado desde el principio. Se dice que la austeridad es necesaria, suficiente para restaurar la confianza del mercado, pero lo cierto es que no funciona. Cuando España adoptó medidas de austeridad por primera vez, su rating soberano fue rebajado por las agencias de calificación. Entendieron, como entienden ahora, que la austeridad recorta el crecimiento y genera nuevos problemas. El problema es que el mercado se da cuenta de que el marco europeo básico está equivocado. Por ello, si no aplicas políticas de austeridad, el mercado te castiga y si las aplicas, también.
Lo que el mercado está diciendo es que hay un fallo fundamental en el marco europeo. Los inversores no saben exactamente qué está mal, pero entienden que España está atrapada y que si aplica políticas de austeridad sufre más depresión y más agujeros financieros. Es un dilema en el que parece que no hay salida. Pero sí la hay: un sistema bancario europeo, un pacto de crecimiento, un Tesoro común, eurobonos y una unión fiscal. Merkel consiguió que el acuerdo de diciembre se centrara sólo en la austeridad.
P.- Pero, ¿esa reforma de la UE puede funcionar lo suficientemente rápido para frenar la crisis ahora?
R.- El problema es que no se le ha tratado seriamente. Las medidas de integración como el Tesoro y los eurobonos no se están discutiendo de verdad. Debe haber propuestas concretas y los líderes tienen que abordarlas ya. Eso se puede hacer.