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Cae el bulo del déficit del 4% creado por CiU

«¿Ignoran ustedes que existe una sentencia del Tribunal Constitucional alemán donde queda claro que hay un máximo de déficit territorial estructural entre los länder y el Estado o la federación?» Con esta pregunta del diputado Josep Antoni Duran Lleida comenzó a extenderse uno de los bulos más eficaces que los nacionalistas catalanes han empleado en favor de conseguir un pacto fiscal: que existen precedentes europeos para limitar a una cantidad concreta la solidaridad interterritorial.

Duran soltó la pregunta en el debate de la reforma del artículo 135 de la Constitución, en agosto pasado. En otra intervención había dicho que la sentencia fijaba en un 4% el máximo déficit que un land podía tener tras aportar al sostenimiento de los demás miembros de la federación. Así, tanto Duran, como el presidente Artur Mas y Jordi Pujol han utilizado profusamente este dato.

Un pequeño pero riguroso diario digital catalán, lavozdebarcelona.com, ha logrado demostrar que la famosa sentencia, del año 1999, ni siquiera menciona el supuesto dato sobre el déficit territorial estructural máximo. El Tribunal Constitucional, según un trabajo de Javier López, no ha fijado límite alguno a la solidaridad entre los länder, aunque ha llamado la atención de que debe respetarse «el principio de ordinalidad», esto es, que la capacidad financiera de los habitantes de una región pobre no puede ponerse por encima de los de una región rica que les transfiere recursos. Pero del famoso 4%, ni rastro.

El martes 13 pasado, Francesc Homs, portavoz de la Generalitat, fue preguntado por el asunto y admitió que el 4% no estaba «estrictamente en la sentencia». «A veces hablamos como hablamos todos, ustedes y nosotros, y eso nos lleva a simplificar las expresiones», añadió Homs.

El mito del 4% ya estaba argumentalmente tocado. En una mesa redonda en Cádiz, en noviembre, el diputado convergente Antoni Picó lo citó en un debate con Jordi Sevilla y el economista socialista le respondió que en España los impuestos los pagan las personas y no los territorios, por lo que las balanzas fiscales autonómicas son un ejercicio perfectamente inútil. Sin embargo, ahora no sólo el mito se ha derrumbado, sino que ha dejado en evidencia a los líderes de CiU y su manipulación.

El lunes, Andreu Mas-Colell, conseller catalán de Economía, dio a conocer la actualización de la balanza fiscal catalana con el Estado español. Según el método de cálculo más favorable para Cataluña, esa comunidad aportó 16.409 millones más a la Administración central que los que recibió (un 8,4% de su PIB). El dato, según el método más estricto de carga/beneficio, dice que sólo fueron 11.261 millones, un 5,8% de su PIB. La media histórica, según la Generalitat, se eleva al 8% en 24 años. Si damos por buenas las cifras, esa sería la aportación de Cataluña a la solidaridad interterritorial en España. Es una región rica y al igual que otras como Madrid o Baleares, aportan a las regiones más pobres. Pero no existe ningún antecedente legal que diga que ese porcentaje debe limitarse al 4%. De hecho, el déficit interterritorial del land de Hesse en 2005 fue de más del 10% y el de Baden-Württemberg, del 9%.

john.muller@elmundo.es