EN EL BOTE DE LAS PROPINAS

Cómo robar medio millón a Joy Eslava

Una estampa nocturna de la discoteca Joy Eslava, situada en la calle Arenal, donde habrían tenido lugar las sustracciones. / PACO TOLEDO

¿Ha pensado usted alguna vez cómo robarle, qué se yo, a la discoteca Joy Eslava medio millón de euros en propinas?

Pues no es tan difícil como a priori podría parecer. Para empezar, consiga usted trabajo en la sala. Ascienda. Haga las cosas bien. Sonría, trate bien a los clientes. Logre que le hagan primer encargado.

Y entonces, en ese momento, dígales a sus subordinados que, ejem, cuando vayan a cobrar a los clientes los copazos respectivos, pues bueno, que parte del dinero que recauden, en vez de meterlo en la caja registradora, lo desvíen hacia una saca B. Y así, poco a poco, monedita a monedita...

Eso mismo habrían hecho, según la Fiscalía de Madrid, César Javier M.A. y Francisco S.F: aprovecharse de su condición de encargados de la mítica sala de la calle Arenal, número 11, de Madrid, para ordenar a los camareros que desviaran -como quien canaliza el cauce de un río para hacer un delta y quitarle una pizca de caudal- miles de euros de las cuentas de los clientes al clásico bote de las propinas.

Los dos acusados, que llegaron a tener gran responsabilidad organizativa en los turnos y la estructuración de las tareas en el local de ocio nocturno, niegan terminantemente los hechos y haberse quedado con dinero. La importante cuantía a la que se refiere la denuncia, casi medio millón de euros calculados finalmente por peritos designados por la Justicia, ha hecho que el asunto llegara a la Audiencia Provincial. Las vistas orales se sustancian la próxima semana.

Hasta marzo de 2006

Los hechos denunciados por la Fiscalía y por la propiedad de la gestora de Joy Eslava, que es la entidad mercantil Canela Cincuenta S.L., habrían tenido lugar entre los años 2001 y 2006. En concreto, según consta en los documentos de la investigación, desde enero de 2001 hasta que se habría descubierto el pastel, el 10 de marzo de 2006.

Durante todo ese tiempo, según los dueños y también el Ministerio Público, el primer y el segundo maître de Joy Eslava, que eso eran Martínez Arias y Soto Fernández (el segundo acumulaba la condición profesional de jefe de rango y ambos eran personas muy de la confianza de la gerencia), habrían conseguido sisar, moneda a moneda, eurito a eurito, un total de 496.592,41 euros.

Dado que ambos eran responsables de la facturación, el cobro y la entrega a Canela Cincuenta S.L., y al amparo del artículo 781.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a los dos los quieren empurar la próxima semana en la Audiencia por un delito continuado de apropiación indebida.

Se les pide a cada uno un total de cuatro años de prisión y una multa de 10 meses a razón de una cuota diaria de seis euros, además de la indemnización a la entidad Canela Cincuenta S.L. por la misma cantidad presuntamente afanada.

Las dudas sobre la gestión de los cobros es un habitual de los locales de ocio nocturno. El control sobre la caja es tarea casi imposible cuando no se entrega a los clientes recibo alguno de lo pagado, además de que en muchos casos la magnitud del dinero circulante y de los trabajadores que forman parte del circuito es tal, que se da por hecho que parte se cae por rendijas diversas. Los dueños de Joy Eslava, de hecho, también tuvieron una situación poco clara, en el pasado, con algún profesional en la célebre Chocolatería San Ginés.

Fue el juzgado de Instrucción número 30 de Plaza de Castilla el que realizó la parte preliminar del proceso, iniciado por las sospechas de la dirección respecto de estos dos trabajadores.

La Fiscalía, no obstante, ha impulsado fuertemente el caso, que ha pasado antes por la jurisdicción laboral y para el que el Ministerio Público pide una pieza separada en lo Civil, con el objeto de sustanciar la indemnización que pudiera corresponder.

Este diario se puso ayer en contacto con los dueños de Canela Cincuenta S.L., que declinaron hacer declaración alguna por respeto al proceso judicial abierto.