AJUSTE DE CUENTAS

La vacuna y el fútbol

Sólo Sandra, la hija de Amancio Ortega es igual de rica que él, según Forbes, pero los españoles que más se parecen a Dietmar Hopp son Florentino Pérez y JuanRoig. Ambos tienen cosas en común con el alemán, una propensión hacia el negocio minorista y el compromiso público. Pérez es el presidente del Real Madrid y Roig de Mercadona, dos empresas cuyo núcleo es la construcción de comunidades (de negocios, uno; de aficionados al fútbol, el otro), pero Hopp es el presidente del Hoffenheim, el 13ª club en la Bundesliga, y creador de SAP, una empresa de software casi tan conocida como IBM u Oracle.

Hopp, exingeniero de IBM, y cuatro de sus colegas se independizaron en 1969 del gigante azul y crearon SAP. También es el principal accionista de CureVac, una compañía de la que se dijo en marzo que tenía una solución para el Covid-19 y que DonaldTrump trató de comprar, pero AngelaMerkel se habría interpuesto con 300 millones. La solución de CureVac era el famoso ARN mensajero (ARNm), el mismo que ha permitido a BioNtech tomar la delantera con Pfizer en la carrera por la vacuna.

Dos de las cosas más interesantes ocurridas con la pandemia son que las compañías farmacéuticas han sacado de los cajones una serie de innovaciones que tenían a la espera de mejores circunstancias. La Covid-19 ha creado un ethos empresarial único. La compañía que primero llegue con la vacuna no sólo ganará mucho dinero, sino que entrará en las enciclopedias a la altura de Edward Jenner, el inventor de la vacuna.

El segundo hecho interesante es que los grandes laboratorios (AstraZeneca, BioNTech, GSK, Johnson&Johnson, Merck, Moderna, Novavax, Pfizer y Sanofi), que firmaron en septiembre un acuerdo para que la política no influya en la ciencia, se han asociado con empresas con las que nunca habrían llegado a un acuerdo empujados por la urgencia del coronavirus.

Lo que ha pasado en el mundo científico merece un análisis más a fondo. Se ha rebajado brutalmente lo que es aceptado como ciencia al admitirse investigaciones que no habrían pasado de meras hipótesis, pero también es cierto que se ha ampliado la perspectiva. Está llegando la hora de que sometamos todo esto a evaluación.

Hubo una época en que los Albertos no eran los hermanos Cortina Alcocer, de España, sino Albert Einstein y Albert Schweitzer. Estos últimos eran auténticos genios, no sólo de la Física Teórica, como el primero, sino de las Humanidades, como el segundo. Schweitzer es hoy un héroe europeo lamentablemente olvidado, un humanista que era a la vez médico, filósofo, teólogo y músico. Un pacifista que creía en la medicina para curar la lepra y que perseguía a Jesús en sus escritos. ¿Por qué debería extrañarnos que el dueño de un club de fútbol tenga en sus manos la salvación del mundo? johnmuller.es@gmail.com