Brusco frenazo del crédito

La demanda de financiación por parte de hogares y empresas cae por la incertidumbre económica y la falta de planes de inversión La banca también alerta de un aumento del dinero parado en las cuentas corrientes

El final del verano ha truncado el despertar de la economía española, atenazada por el auge de nuevos rebrotes de coronavirus y la incertidumbre sobre el futuro laboral y económico de millones de familias. Los primeros testigos de esta parálisis son los bancos. Tras la borrachera de financiación concedida a grandes empresas y pymes durante la pasada primavera con cargo a las líneas ICO, las entidades constatan ahora una caída de la demanda de crédito y un aumento récord de los depósitos de los hogares.

«Los depósitos crecen y crecen mes tras mes porque hay mucho ahorro y la demanda de dinero es débil. No prevemos que haya actividad a título próximo porque no hay planes de inversión y la economía está paralizada», lamentaba el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, este miércoles.

Las estadísticas que publica mensualmente el Banco de España ya comienzan a reflejar la debilidad del crédito, uno de los síntomas más visibles del estado de una economía. Desde que irrumpiera la pandemia el pasado marzo, la financiación solicitada por las familias acumula seis meses consecutivos de retrocesos que han ido haciéndose cada vez más profundos. En agosto, último mes disponible, el saldo de crédito acumulaba ya un retroceso del 0,9% con respecto al mismo mes de 2019.

El parón también se nota ya en el caso de las empresas. Tras registrar subidas próximas al 6% durante los meses de mayo y junio al calor de las líneas ICO Liquidez, la curva vuelve a acumular tres meses de descensos. Las compañías aprovecharon el mecanismo de financiación puesto en marcha por el Gobierno para hacer acopio de recursos con los que sobrevivir durante el cierre de sus negocios, pero son muy pocas las que se atreven a afrontar por ahora planes de inversión ante la incertidumbre que implica la pandemia.

Esto explica el pinchazo de las líneas ICO Inversión que arrancaron en septiembre e iban dirigidas a estimular la transformación de las empresas para renovar sus procesos productivos y ajustar su modelo de negocio a los cambios que ha supuesto el coronavirus.

Uno de los grandes agujeros se está produciendo en el crédito vinculado a la vivienda debido al desmoronamiento del mercado hipotecario. Sólo en julio, mes que ya no estuvo afectado por las restricciones del estado de alarma, se firmaron un 23% menos de créditos que en 2019. A la caída de firmas se suma un aumento del ritmo de amortizaciones por parte de hipotecados que quieren enfrentarse a la recesión de la forma más saneada posible, por lo que pueda pasar. Sólo desde febrero, la cartera hipotecaria del conjunto del sistema financiero se ha reducido en 5.000 millones de euros y es un 1,7% inferior a hace un año.

La segunda cara de la crisis tiene que ver con el incremento récord de los depósitos que están registrando las entidades financieras. Un movimiento que refleja la tendencia al ahorro de las familias por el miedo al futuro y la imposibilidad de gastarlo que en muchas ocasiones debido a las restricciones impuestas para contener la pandemia. El resultado es que el dinero acumulado en cuentas corrientes en los bancos lleva cinco meses creciendo a ritmos superiores al 12% anual.

Fuentes financieras reconocen en privado el temor a que este freno del crédito acabe golpeando sus balances. Los bancos hicieron durante los primeros meses de la pandemia un gran esfuerzo para crear colchones de capital que les permitieran contener el aumento de la morosidad que va a producirse durante los próximos meses, una vez que las medidas de apoyo público caduquen o vayan perdiendo fuerza.

«Un mundo ideal es en el que pagas deuda mala con el capital de los nuevos negocios, pero cuando destruyes capital la confianza se erosiona», añadía el CEO del primer banco español por activos. El entorno de tipos bajos en el que se mueve el sector financiero tampoco ayuda, con el Euribor marcando nuevos récords negativos en el -0,46%.

El FMI defiende los confinamientos por covid

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha asegurado que los confinamientos de la población para frenar al Covid-19 son menos perjudiciales para la economía que tratar de atajar la curva de contagios mediante medidas más laxas, según se desprende de su informe ‘Perspectiva Económica Mundial’, publicado ayer.

«A pesar de entrañar costes económicos a corto plazo, los confinamientos pueden allanar el camino hacia una recuperación más rápida al contener la expansión del virus y reducir la necesidad de distanciamiento social con el tiempo, lo que posiblemente tenga efectos positivos en general para la economía», afirma el organismo liderado por Kristalina Georgieva.

Según el análisis realizado por el Fondo, la caída de la actividad económica en la mayoría de los países se puede atribuir a partes iguales tanto a los confinamientos como a las decisiones individuales de los ciudadanos de limitar su exposición al virus.