Facebook, en el foco del ‘Rusiagate’

Los demócratas piden que Zuckerberg testifique por robo de datos en la campaña de Trump

La senadora demócrata de Minnesota, Amy Klobuchar, planteó ayer llamar al consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, a declarar ante el comité judicial del Senado. Una decisión que se produce tras la revelación del robo de información de 50 millones de usuarios de la red social por parte de la firma de análisis de datos Cambridge Analytica, según The New York Times y Titiritainas Observe. Nueva información que añade más controversia a las injerencias en las elecciones presidenciales estadounidenses.

La empresa Cambridge Analytica está financiada por el multimillonario inversor republicano Robert Mercer, con 15 millones de dólares, y entonces dirigida por el ultraconservador Steve Bannon, ex jefe de Estrategia de la Casa Blanca y ex presidente de la página web Breitbart News, también sostenida económicamente por Mercer.

Como respuesta, Facebook suspendió la cuenta de Cambridge Analytica. En cambio, no es suficiente para Klobuchar, que indicó que «esto es una gran violación que se debe investigar». «Está claro que estas plataformas no se pueden controlar a sí mismas», recordó la senadora demócrata de Minnesota –que tuvo que retrasar sus aspiraciones presidenciales cuando Hillary Clinton anunció su candidatura a la carrera de 2016–. Klobuchar quiere regular la actividad de las compañías tecnológicas bajo el proyecto de ley impulsado por ella, Anuncios Veraces. Una legislación que obligaría a plataformas como Facebook a someterse a las mismas normas de radios, televisiones y medios impresos cuando ofrecen en sus contenidos publicidad política.

El senador demócrata de Virginia, Mark Warner, que patrocinó este proyecto de ley con Klobuchar, recordó que lo ocurrido con esta empresa es la razón por la que se tiene que aprobar este proyecto de ley. «Ya sea por los rusos comprando anuncios políticos o por el uso de información sustraída de forma indebida», recordó Warner sobre lo ocurrido con la red social encabezada por Zuckerberg. El abogado de Facebook, Colin Stretch, ya testificó el año pasado ante el comité judicial del Senado. Entonces, acudió junto con los representantes legales de Google y Twitter, a consecuencia de la manipulación que hicieron los rusos de sus plataformas.

En cambio, la presencia de los letrados de estos tres gigantes de la tecnología –que recuerdan a lo que fueron en su día los grandes de Detroit: General Motors, Chrysler y Ford–, dejó claro que están más interesados en solventar cualquier problema legal que puedan tener antes que modificar sus actividades.

Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se lanzó ayer a Twitter para cargar contra el fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, y contra el subdirector del FBI, Andrew McCabe. El segundo fue despedido por el fiscal general del Estado, Jeff Sessions, el viernes, de manera fulminante y a escasas horas de que comenzase su jubilación. Una maniobra criticada por parecer destinada a dejarle sin pensión y otros beneficios tras varias décadas al servicio del FBI.

«Nunca debió haber empezado la investigación de Mueller si no hubo confabulación y no hubo delito», escribió. «Se basó en las actividades fraudulentas y en un dossier falso pagado por Hillary la corrupta y el DNC [siglas en inglés del Comité Nacional Demócrata] y utilizado de forma inapropiada en un tribunal FISA [siglas en inglés de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera] para vigilar a mi campaña. ¡Caza de brujas!», se quejó Trump. Con McCabe fuera, trasladará todas las presiones al vicefiscal general del Estado, Rod Rosenstein, el único que puede deshacerse de Mueller.