La marea humana de refugiados llamando a las puertas de Europa, las hasta 10.000 personas que llegaban a la isla griega de Lesbos cada día, la fotografía de la vergüenza del pequeño Aylan Kurdi muerto sobre la orilla... El drama protagonizado por los exiliados sirios que huyen de la guerra ha vuelto la mirada de los europeos hacia el este, hacia la frontera oriental del club de los privilegiados que es la Unión Europea.
No es para menos. Sólo en un año, el de 2015, se calcula que murieron en el Mediterráneo, en esa huida desesperada de la guerra y el hambre, cerca de 4.000 personas, la mayoría refugiados del desastre sirio.
Pero hay otra frontera, la sur, donde, en silencio, casi a oscuras, olvidados por la opinión pública internacional, cientos de inmigrantes, la mayoría subsaharianos, siguen pagando un alto peaje por tratar de alcanzar su particular el Dorado europeo.
Según la ONG Asociación Pro Derechos Humanos-Andalucía (APDH-A), hasta agosto de este año, 210 personas han perdido la vida o han desaparecido en la frontera sur de Europa tratando de llegar, sobre todo, a España. Muchas eran mujeres.
Olvidada, o casi, esta ruta tradicional, la APDH-A alerta: se está reactivando el tráfico de inmigrantes, y los que han perdido la vida en los primeros ocho meses de 2016 son ya más que todos los muertos a lo largo de 2015.
No ha habido ni un mes en el que no haya habido una tragedia en la olvidada frontera sur. Ésta es la cronología de la desgracia que está ocurriendo ante nuestras puertas:
2/01. Flotando, frente a la playa de Benzú, en Ceuta, aparece el cuerpo sin vida de la primera víctima del año, un hombre muerto un par de días antes mientras trataba de alcanzar a nado el otro lado de la frontera. Era de origen subsahariano, como la mayoría de los que han muerto este año.
4/01. De madrugada, 200 subsaharianos dan el asalto a Ceuta por la misma playa de Benzú. Ninguno lo logra, se lo impiden las fuerzas de seguridad marroquíes –con gran brutalidad– y tres de ellos, además, mueren ahogados. La cuenta empieza a crecer.
8/01. Fue un pescador el que encontró a la cuarta víctima mortal, un niño, otro Aylan, pero marroquí en vez de sirio. La víspera de Año Nuevo había desaparecido tras sumergirse en el mar para intentar abordar el ferri a España.
5/02. Treinta y tres años tenía el joven subsahariano que ese día apareció, muerto, en Tarifa. Unos mariscadores encontraron su cuerpo entre unas piedras.
7/02. Cerca de las costas de Gran Canaria, una embarcación de Salvamento Marítimo se afana en rescatar a los ocupantes de una patera a la deriva. Cinco de ellos habían quedado atrapados en el fondo. Una de las inmovilizadas era una mujer, semihundida en una mezcla de agua y gasolina que le quemó la piel. Sobrevivió, pero no así otro de los rescatados, que sólo alcanzó vivo el hospital. Lo más escalofriante es que habían embarcado otros siete inmigrantes, todos subsaharianos, que perecieron en el viaje. Sus propios compañeros tiraron los cuerpos al mar.
8/02. Otra vez en Canarias. Los intentos de localizar una patera con 56 personas a bordo que había salido seis días antes de Dajla, en el Sahara, no dan resultado.
12/02. Desde la localidad mauritana de Boutilla había zarpado el día 9 una embarcación con 28 inmigrantes a los que se buscó durante días. Ni rastro.
4/03. Y otra vez la misma desgraciada historia. Otra patera que desaparece, en el Mar de Alborán en esta ocasión. A bordo, 20 marroquíes, dos mujeres entre ellos.
12/03. Dice la Asociación Pro Derechos Humanos-Andalucía que no son pocos los menores, marroquíes sobre todo, que intentan colarse de polizones en los ferris con destino a España. Tampoco es raro que, como sucedió este día, la aventura acabe en drama y su protagonista, como éste en Melilla, ahogado.
16/04. Llegan a Motril los ocupantes de una patera rescatada por Salvamento Marítimo en el mar de Alborán. Desembarcan 20, pero habían salido seis más.
23/04. Salvamento Marítimo rescata a un subsahariano a ocho millas del cabo de Gata. Era el único superviviente de una patera en la que viajaban cuatro hombres.
9/05. Naufraga ese día cerca del cabo Bojador, en el Sahara occidental, una embarcación con 49 inmigrantes. Veinte sobrevivieron y se rescataron 10 cadáveres. De los demás, ni rastro. Ese mismo día, en la costa malagueña aparece el cadáver de un subsahariano.
12/05. Un joven subsahariano muere cuando trataba de abordar un buque de residuos en Ceuta. Tenía sólo 20 años.
13/05. Cinco días estuvieron buscando una patera que había salido del cabo Bojador, pero nadie dio con ella ni con sus 57 ocupantes subsaharianos.
7/06. Había intentado entrar en Ceuta a través de un canal de aguas residuales, pero murió en un hospital de Nador. Otros tres inmigrantes fueron atendidos junto a él, aunque con mejor suerte.
22/07. Una patera sale este día de una localidad marroquí próxima a Ceuta. Nada más zarpar, se empezó a hundir. Cuatro personas fueron rescatadas junto a tres cadáveres, pero nunca aparecieron los otros siete ocupantes.
17/08. A 150 metros de la playa de Algeciras, el piloto de una moto acuática arroja al mar a dos marroquíes. Uno de ellos sobrevivió, pero el otro apareció ahogado al cabo de unos días.
23/08. A las 5.30 horas se recibe un mensaje desde una patera: «Vamos a morir», dicen sus ocupantes, siete subsaharianos que habían zarpado desde Punta Malagata, en Marruecos, en una zódiac que no resistió el oleaje. Tras varios días de búsqueda infructuosa fueron dados oficialmente por desaparecidos.
Si usted ha sido capaz de leer hasta aquí, no crea que se ha acabado. Hay más, muchos más, los que quedan por morir y los que ni siquiera se han podido contar.