LIBRO EL DESAFÍO SOBERANISTA

«CUANDO EL INDEPENDENTISMO PIERDA NO PASARÁ NADA»

Arcadi Espada recopila en un artefacto ilustrado las entradas de su blog ‘Diarios de la peste’ sobre el separatismo catalán

Durante muchos años, Arcadi Espada había dejado de ocuparse de escribir acerca de Cataluña. Cataluña se había vuelto un hecho circunstancial que ya no le inspiraba crónicas como las magníficas Contra Cataluña (Rosa de los Vientos, 1997) y Raval (Anagrama, 2000), sino apenas una columna furtiva o aquellos apuntes que acabaron convertidos en una penetrante biografía parcial de los últimos años de vida de Josep Pla. Espada prefirió abrigarse en el periodismo puro, en su teoría, su práctica y su crítica implacable –siguen siendo lectura obligada sus impecables Diarios (Espasa, 2002)–, y en consecuencia no había necesidad de volver a los orígenes de su oficio.

Pero comenzó el procés soberanista –para el que ha reservado un léxico tomado de áreas como el alcantarillado o las patologías como «poza», «podredumbre» o «pestilencia»– y Espada se vio obligado a volver. «Por las particulares circunstancias de mi vida y en atención a la seguridad que debo prestar a mi negocio», indicaba en la descripción de su blog Diario del año de la peste, que empezó a publicar el 11 de septiembre de 2013 en la web de EL MUNDO, y que todavía sigue activo, puesto que el negocio sigue amenazado por el independentismo y porque las circunstancias de su vida –trabajar y vivir en Barcelona– impiden que una voz crítica como la suya se pueda mantener al margen y en silencio.

El blog quizá debiera haberse quedado en una cosa efímera, pero una sucesión de agradables sorpresas lo han acabado transformando en libro. Se titula Diarios de la peste y lo pone a la venta esta semana la editorial Funambulista. «Desde el momento en que empezó el proceso, esa denominación kafkiana, vi claro que había que escribir un diario», explica Arcadi. «Lo que no pude prever fue el interés de Max Lacruz por hacer un libro». No un libro cualquiera, sino un artefacto ilustrado por Ana Cortils, que puede parecer un cómic en primera instancia, pero que en realidad se definiría mejor como sátira gráfica, cruce contra natura (y precisamente por eso atractivo) entre dadá y racionalismo kantiano.

Los textos de Arcadi Espada son un best of de lo publicado aquí entre 2013 y 2015 –la última entrada recogida es de agosto–, más un acompañamiento visual a medio camino entre la viñeta humorística de periódico, el cartel de circo y el arte de las vanguardias del siglo XX. «Ana Cortils hizo lo que le pareció oportuno, y lo hace muy bien. En el libro se exhibe una sentencia fundamental, que es el nacionalismo como una parada de monstruos», y por supuesto aparece el póster de la célebre película de Tod Browning. En la portada hay un amago de subtítulo que reza «Junts pel circ» (Juntos por el circo), resumen, según Espada, del «punto al que ha llegado esta penosísima situación, inmoral, fea, repulsiva, intelectualmente despreciable».

«Todo el libro se explica a partir de aquella recomendación de Tarradellas, la de que se puede hacer de todo menos el ridículo», prosigue. «Y en Cataluña se hace continuamente el ridículo. Entre el franquismo y el soberanismo sólo hay ridículo. Escuchas a Mas, a Junqueras, a Rubert de Ventós, a las dos monjas, y uno se percata de cómo este país ha caído en la poza y ha perdido cualquier atisbo de respeto, sobre todo de respeto hacia sí mismo».

«Hay que ser optimistas y creer que los ciudadanos se librarán de la podredumbre, porque el mal no va a triunfar», dice. «El nacionalismo catalán sólo celebra derrotas y Cataluña no va a conseguir la independencia, porque sucederá una de estas dos cosas: la estupenda, que es que sea derrotado en las urnas, o la otra, que es que sea derrotado por la ley».

Mientras tanto, habrá que esperar a que llegue el primer día decisivo, el 27-S. Arcadi propone hacerlo con tranquilidad, esquivando la tensión lógica de un país preocupado por la incerteza y la división, sobre todo porque cree saber cómo acabará todo esto. «Hay una gran relación entre las manifestaciones y los éxitos deportivos recientes [del Barça]. Cuando el independentismo pierda, que perderá, habrá gente que se sentirá frustrada. Pero esa frustración será como perder la Champions: al principio fastidia mucho, pero al día siguiente ya te has olvidado y sigues como siempre».