El líder del PSOE, Pedro Sánchez, está dispuesto a imponer su criterio y sus tiempos a todo el partido, sobre todo en su nueva estrategia de lucha contra la corrupción. Pero lo que no esperaba era tener que hacerlo frente a las resistencias del mismísimo Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), cuya dirección se ha opuesto hasta el último momento a presentar una denuncia contra el ex presidente catalán Jordi Pujol.
Como ha podido saber EL MUNDO, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, mantuvo el sábado y el domingo varias conversaciones con el número dos del PSOE, César Luena, y con el número tres y portavoz parlamentario, Antonio Hernando, para intentar convencerles de que no denunciaran aún a Pujol ante la Fiscalía General del Estado.
Desde el PSC explican que todavía «no es el momento oportuno» para presentar esta denuncia porque va a haber una comisión de investigación en el Parlament y «lo más institucional» es esperar a que se produzca e incluso a sus conclusiones para después interponer la denuncia con todos los datos sobre la mesa. «Lo contrario», señalaron a este diario desde la dirección del PSC, «es poner denuncias al estilo de Manos Limpias, con fotocopias de los periódicos».
El viernes por la noche, Pedro Sánchez y sus lugartenientes, César Luena y Antonio Hernando, decidieron interponer acciones legales contra el ex presidente Jordi Pujol por la gravedad de los delitos que puede haber cometido mientras era presidente de la Generalitat y tras «su vergonzosa» comparecencia en el Parlament de Cataluña. En un primer momento, barajaron poner incluso una querella criminal.
Decidieron denunciar a Pujol ante la Fiscalía General del Estado, pero los socialistas catalanes se opusieron desde el primer momento a esta iniciativa del PSOE.
Su primer secretario, Miquel Iceta, argumentó que «no hay que precipitarse» y que es necesario esperar a la conclusión de la comisión de investigación que se va a abrir en el Parlament. Sin embargo, fuentes políticas aseguraron ayer que la comisión se puede alargar hasta los primeros meses del año que viene. Y Pedro Sánchez consideraba urgente iniciar acciones legales.
Además, la plataforma Guanyem Barcelona, Iniciativa, Ciudadanos y hasta UPyD anunciaron sus propias acciones judiciales. Y la dirección del PSOE no quería llegar tarde otra vez en un caso de corrupción que en la dirección federal de la calle Ferraz consideran «claro y muy grave».
Los dirigentes del PSOE consideran que el PSC está siendo tibio con el caso Pujol desde el principio. Los socialistas catalanes evitaron reclamar una comisión de investigación mientras Sánchez la exigió desde el primer día. Y el viernes, el propio Iceta estuvo «muy suave» en la comparecencia de Pujol en opinión de varios dirigentes de la Ejecutiva Federal. El sábado, Antonio Hernando fue mucho más duro con Pujol en rueda de prensa desde Almería.
El PSOE presentó su denuncia a las 9.03 horas de ayer en la Fiscalía General del Estado. El texto reclama al fiscal que investigue al que fue presidente de Cataluña de 1980 a 2003 por los presuntos delitos de defraudación tributaria (artículo 305 del Código Penal) y blanqueo de capitales (301).
En el anuncio de esta acción judicial, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, aseguró que le pareció «una falta de respeto que [Pujol] se permitiera el lujo de echar la bronca a los parlamentarios catalanes». «Pujol no puede irse de rositas», continuó, «por mucho que haya sido, no puede irse de rositas riéndose del Parlamento».
Ayer en el Congreso, el portavoz socialista, Antonio Hernando, aseguró que existen «muchos más motivos» que hace unos días para presentar una denuncia porque Pujol «no aclaró nada» en su comparecencia. Acto seguido, afirmó que «el PSOE quiere ser transparente, ejemplar y honesto» a la hora de combatir la corrupción y actuaciones como ésta «alejan muchísimo a los ciudadanos de la política»
La denuncia socialista recuerda la exclusiva de EL MUNDO del 7 de julio, cuando este diario desveló que la familia Pujol había ingresado 3,4 millones de euros en un solo mes en un banco de Andorra. A raíz de aquella información, Pujol reconoció en un comunicado el fraude cometido durante décadas y se empezaron a conocer más detalles de este caso.
El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, arremetió ayer contra el PSOE, al que acusó de «hacer el ridículo» denunciando al ex president. Turull sostuvo que «mientras los socialistas no hagan lo mismo en causas como los ERE de Andalucía no tendrán credibilidad». «Más bien lo que hacen es el pena y el ridículo», insistió.
En Barcelona, y también ayer, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, presentó otra denuncia contra el ex president en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Rivera pidió al Ministerio Fiscal que «tire del hilo» ante los «indicios de corrupción política» en este caso.