Mientras el Ministerio del Interior anunciaba ayer que habrá un sacerdote católico en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), las ONG volvieron a denunciar que se siguen vulnerando los derechos humanos en estos centros. Señalaron que se siguen produciendo redadas masivas de inmigrantes, a pesar de que están prohibidas expresamente por la Policía, y que luego estos extranjeros son deportados de forma masiva, lo que supone otra ilegalidad. «Si hay un vuelo previsto para Senegal, buscan senegaleses para llenarlo», relata Antonio Freijo, presidente de la Asociación Karibu, que presta ayuda humanitaria a inmigrantes subsaharianos.
Para ello la Policía se vale, explica Freijo, de extranjeros retenidos en los CIE de otras provincias, pero también se dedican a detener a personas «en las horas previas al vuelo». Acuden, según denuncia SOS Racismo, a asociaciones donde se reúnen extranjeros, como la de senegaleses en Cataluña.
Otra de las fórmulas para cubrir las plazas de los aviones es buscar en el historial de inmigrantes que ya pasaron por el CIE en alguna ocasión. «Son personas a las que no pudieron deportarles en su momento porque sus países no les acogieron o porque estaban en conflicto», relata.
Éstas son algunas de las conclusiones del informe que presentó ayer la asociación Karibu sobre el CIE de Aluche (Madrid), en el que alertan sobre las duras condiciones en las que los inmigrantes indocumentados son deportados a sus países de origen. «Son agrupados bajo escolta policial y con bridas en las muñecas, a pesar de que sólo el 4% tenía antecedentes delictivos», dice el estudio. También acusa a Interior de «enviarles a países distintos a los suyos de origen». El departamento que dirige Jorge Fernández se limitó a asegurar que la Policía «siempre cumple escrupulosamente con la ley».
La publicación de este documento coincidió ayer con la firma de un convenio de colaboración entre la Conferencia Episcopal e Interior por el que los internos en los CIE contarán, a partir de ahora, con asistencia religiosa católica. Está previsto que este acuerdo se amplíe a otras confesiones.