Arriola ha dicho

EL GURÚ demoscópico del PP, el hombre que susurra al oído del césar pepero –Aznar o Rajoy– y que susurrando se ha hecho multimillonario, el gran Pedro Arriola, ha hablado, escoltado por otro gurú de las encuestas, el prisaico Toharia, y además de prodigar las banalidades de la sociología de trapillo –«en estas elecciones –las europeas– se vota con el corazón, no con la cartera»– se ha jactado de haber adivinado antes que nadie el resultado de Podemos y de haberlo puesto «cada mañana en la mesa del que lo tenía que saber». Donde dice saber, léase pagar, léase Rajoy, léase la plebe que con las aceifas de Montoro subvencionamos en blanco, como las empresas en negro, los supersueldos de Rajoy, Arriola y demás.

Así que cada mañana Rajoy tenía en su mesa un informe en el que Arriola le adjudicaba a Podemos tres escaños fijos. O sea, que si el PP ha perdido 2.600.000 votos, un tercio de los euroescaños, el 40% en sus dos grandes feudos electorales y ha resucitado al PSOE andaluz, al que, como ha recordado Susana Díaz, había derrotado en las tres últimas elecciones, es porque Rajoy no sabe leer y actuar en consecuencia o porque Arriola miente y ha sido incapaz de anunciar al PP un desastre parejo al del PSOE y que augura una hecatombe en la derecha sólo comparable a la de UCD, pero esta vez sin la deserción del líder y con el partido inmaculadamente intacto. Eso sí, como los «inmaculados» de Juego de Tronos, forzosamente eunuco y fatalmente mariacomplejinado.

Yo creo que Arriola –que no impidió, cruel, que su amigo Toharia hiciera el ridículo en El País– acertó con Podemos igual que en las últimas elecciones andaluzas, cuando, según se decía dentro del PP, el mismísimo día de las urnas le dijo «al que tenía que saberlo» que el PP superaba la mayoría absoluta por tres o cinco escaños. Como el Iglesias bis.

Arriola, el doctor Bacterio de la era Aznar, el doctor Complejos de ayer y hoy, es un devoto de la izquierda. De Rubalcaba ha dicho que el PP «lo echará de menos» porque es «un hombre de Estado» y que «con él de presidente dormiría tranquilo». En Suiza, puede. ¿Olvida Arriola al que «lo sabía todo de todos», al Faisán, al demagogo abyecto del 13-M? Está claro que a Maricomplejines le gustan los chulazos de izquierda. Y luego se queja.