ANÁLISIS

#Twitterinfluye en las elecciones

Los partidos ganadores en estos comicios tienen una mejor relación votos/seguidores

Las redes sociales han llegado ya para quedarse en los procesos electorales en España. Casi nadie se dio cuenta de ello. Bueno, sí, las formaciones y los dirigentes que conocían desde hace tiempo la influencia que tienen Twitter, Facebook, Instagram y demás en la difusión de la información a los ciudadanos.

La agencia de publicidad digital 101 ha elaborado un cuadro (adjunto) en el que relaciona los votos con los seguidores en Twitter de los partidos. Los ganadores de los comicios han sacado más rendimiento a esa red. Cuanto mejor te mueves en ella, más fidelizas a tus seguidores para que te voten. El que mejor rendimiento logra es Primavera Europea que con 90.442 seguidores consigue 299.884 votos, un ratio de 3. El peor, la coalición CEU, cuenta 19.748 followers y logra 850.000 sufragios, una relación de 43 a 1.

Los datos de Podemos, el gran vencedor del domingo, están distorsionados. Antes de las elecciones tenía 53.702 seguidores y consiguió 1,24 millones de votos. Pero hay que tener en cuenta que el partido está íntimamente ligado a la imagen de su cabeza de lista, Pablo Iglesias–hasta el punto de que las papeletas de voto llevaban la foto del líder y no el logo de Podemos– que ese sábado contaba con 167.053 seguidores. Con esos datos. La relación de la cuenta de Iglesias era de 7 votos por seguidor. Ayer, @Pablo_Iglesias_ tenía 284.000 followers y ha continuado tuiteando tras los comicios. Veamos la experiencia de los dos partidos que perdieron las elecciones.

El PP obtiene 29 votos por cada seguidor (ver cuadro). Su cabeza de lista, Miguel Arias Cañete abrió –o le abrieron– su cuenta en Twitter para la campaña. @canete_2014 tiene 18.499 seguidores y ha publicado 92 tuits. El último de ellos es: «El día 25 los españoles tienen que dar una lección al socialismo #VotaPP». Lo escribió al cierre de la campaña. Y ha desaparecido de Twitter.

Elena Valenciano cuenta con 18.090 seguidores en esa red social y una historia en ella más larga. Abrió su cuenta en febrero de 2011 y la cerró en marzo de 2013 por las amenazas que sufría. La retomó en diciembre de ese mismo año con este comentario: «@ElenaValenciano: Vuelvo a Twitter porque si hay una causa por la q no dejaré d luchar nunca es la causa d las mujeres #AbortoLibre». Mes y medio después se oficializaba que sería la candidata socialista a las elecciones. Éste fue el último tuit de Valenciano: «Quiero dar las gracias, antes de que se cierren los colegios, a tod@s l@s interventores del PSOE por su imprescindible y gran trabajo! Bsss». Fue el domingo pasado. Desde entonces, nada. El ratio del PSOE es de 26 votos por seguidor.

Es una cuestión de cambio social. En cualquier momento nos encontramos ahora con personas pegadas a su móvil. Unos estarán con WhatsApp; otros leyendo una web informativa, algunos se habrán bajado una aplicación con un juego y muchos estarán en su red social, escribiendo, leyendo y redifundiendo los mensajes que les llegan. Por ahí fluye la información, también la política, en la era digital y no tanto ya en un debate televisivo que aburre a los pocos que lo ven o en un mitin al que sólo acuden los ya convencidos. Twitter no hubiera salvado al PP y al PSOE del desastre, pero es importante saber que Internet ya influye en el voto. La televisión encumbró a Pablo Iglesias, pero la Red distribuyó sus mensajes a todo tipo de personas. Podemos es un partido izquierdista radical con un programa inaplicable. Pero como Equo –de Primavera Europea– y UPyD, también ganadores, han sabido aprovechar el empuje de las redes sociales. Enhorabuena a sus equipos de campaña. Y a los demás sólo les queda espabilar.

@vicentelozano