Esperanza es un espejo

Ha sido un espectáculo ver cómo las hienas se han lanzado a la yugular de Esperanza. Lo de la izquierda da igual, porque de la izquierda todo puede esperarse. Cada vez pienso más que la izquierda no es una ideología, sino una forma de bajeza; tal vez la más completa.

Lo verdaderamente conmovedor ha sido ver cómo tantas escritorzuelas de la presunta derecha han ido a por ella. Lo del incidente con el guardia urbano fue una anécdota aparatosa, pero sin ninguna importancia; la categoría emerge de las tinieblas. A Esperanza muchas mujeres se la tenían guardada y no hallaban el momento de atacarla.

Un agrio resentimiento acumulado durante años, esperando la debilidad o el tropiezo. Es enternecedora la cantidad de justicieras que han salido a tratar de humillarla o a darla por políticamente muerta. Es admirable con qué maldad de vencidas han vertido su veneno.

Historia de dos mujeres: Esperanza y Ada Colau, su reverso. Ada Colau complace porque vende derrota y no hay que hacer ningún esfuerzo para parecerse a ella. Esperanza molesta porque ganar cuesta y cuando seguir cansa, entonces eres dueño en lo que vales.

Esperanza es libre y las mujeres mediocres la presienten como un insulto en lugar de entenderla como un ejemplo. Esperanza es rica y valiente, y las viejas chismosas, tan cobardes, no sólo no intentan aprender de quien es mejor que ellas, sino que la desprecian. Esperanza es noble y la turba quiere robarle las joyas, en lugar de crecer en fascinación por su nobleza. Nada destruye más que el odio cuando es la proyección de tu debilidad. El odio que genera Esperanza es la metáfora del asco que tantas fracasadas sienten por sus propias vidas. Es más fácil ir a gritar a las casas de los demás que asumir tu responsabilidad y tratar de mejorar.

Esperanza Aguirre Gil de Biedma es condesa consorte de Bornos y Grande de España, ex ministra de Educación y Ciencia, ex presidenta de la Comunidad de Madrid, ex presidenta del Senado de España, Dama de la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, Dama de la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica, Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, Doctora Honoris Causa por la Universidad Alfonso X el Sabio, Dama Oficial de la Orden de la Legión de Honor, Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico, esposa, madre y abuela.

Esperanza es un espejo que deja a las quejicas sin excusa, a solas con sus rostros impenetrables de pasiones insatisfechas. Esperanza es un espejo que desarma al victimismo feminista, y al tenebroso pronóstico pesimista de ésas a las que todo les salió mal y querrían que viviéramos tan tristes como ellas.

Ser mujer no es ningún impedimento. El único impedimento es la estupidez. Esperanza es el testigo de cargo de la monumental estafa de las que han querido disimular su incompetencia con su entrepierna, y por eso la odian tanto, y por eso han salido a cazarla patéticas como hienas que han olido sangre.

Esperanza lo sabe. Y por eso sonríe. Rius, quan veus que t'odien els pobres. Lo que las hienas no quieren entender es que han salido a por una presa que no existe, y que el espejo les devolverá igualmente la deprimente imagen de su fracaso por mucho que intenten romperlo en mil pedazos.