El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, irrumpió ayer de forma furibunda en la tertulia de La Mañana de la Cope con unas airadas acusaciones contra EL MUNDO –por publicar «falsedades» e «insinuaciones sin acreditar nada»– y, en especial, contra su director, Pedro J. Ramírez, al que achacó tener «sólo un objetivo», y es que «no vuelva a ser candidato» en Madrid. La retahíla de descalificaciones del dirigente del PP madrileño sólo fue comparable en número a la treintena de interrupciones con las que enfangó la charla, de poco más de 19 minutos, con Ramírez.
González se lanzó contra el periodista, desde el inicio, defendiéndose con ataques: «Usted no ha acreditado nunca absolutamente nada, y esto que publica es otra basura a la que usted nos tiene acostumbrados [...] Deje de hacer falsas insinuaciones, que es a lo único a lo que se dedica». Y sostuvo, entre otras cuestiones, que «jamás» ha tenido competencias en Urbanismo. Ramírez respondió: «Esa expresión, basura, la recuerdo muy bien. Hace algunos años la solía utilizar un político de su mismo apellido».
González empezó a perder los nervios: «Usted no ha podido acreditar nada porque no hay nada, y cuando lo tenga, publíquelo [...] No tengo nada que ver con Arganda ni con el caso Gürtel, por mucho que a usted le gustaría que así fuera».
La conversación se enredó por las continuas y bruscas interrupciones del presidente madrileño, al que Ramírez describió como «muy nervioso, muy crispado y muy tenso», y sobre el que dijo que presenta este asunto como una «cuestión personal». Pero González volvió a la carga exasperado con el mismo argumento: «La información es falsa». Ramírez trató sin éxito de replicar: «Puede repetir esto mismo 27 veces [….] Yo me callo hasta que me deje hablar…». Pero González insistió en su actitud y continuó acusando: «Lo único que tiene que hacer es repasar la hemeroteca para ver cuántas insinuaciones ha publicado sin presentar ni una sola prueba. Es a lo que se dedica usted».
El conductor del programa, Ernesto Sáenz de Buruaga, se vio obligado a intervenir con frecuencia para frenar a un González desatado, al que le pidió sosiego para permitir la réplica: «Le ruego que deje terminar a Pedro J.». Pero González apenas cedió unos segundos la palabra y volvió a la carga para abortar el relato del director de EL MUNDO que, a la cuarta ocasión seguida, exclamó: «No es que me deje terminar, es que me tiene que dejar empezar». Buruaga insistió: «Presidente, por favor se lo pido, le hemos escuchado». Pero Ramírez, ante una nueva zancadilla, le afeó: «¿Usted cree que está debatiendo en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, donde lo que se trata es de interrumpir el uno al otro?». Cuando el periodista trató de argumentar que la información es «fruto de la labor rigurosa», González se rió con sorna y, atropellado, le tapó: «Súperrigurosa, ni una sola prueba [...] Es una auténtica vergüenza, hombre».
Ramírez denunció que la estrategia de González era la de «arremeter contra el medio», y éste saltó: «Cuando esto se publica no es más que basura, no acredita nada». A lo que Ramírez reprochó: «Yo puedo esperar hasta que el infierno se hiele, señor González, y siga usted repicando en la misma dirección porque los hechos seguirán siendo los mismos». En su obsesión por defender atacando, González se despachó con la siguiente insinuación: «Alguien le ha prometido algo que no le acaba de dar ni se lo va a dar». «¿Pero de qué está usted hablando? ¿Qué dice usted?», le preguntó Ramírez sin encontrar respuesta.
Al abordar en concreto la información de ayer de que los testaferros unen a González con Francisco Correa, el presidente madrileño retó a este diario a «acreditar que la sociedad americana [que compró el ático] es dueña de la sociedad panameña». Entre constantes interrupciones –por entonces ya se contabilizaba una veintena–, González se parapetó bajo el argumento de que «no soy parte» de ninguna investigación judicial. «¿Y por qué su esposa está imputada?», preguntó Ramírez. «¿También la juez es basura? ¿También quiere acabar con su carrera política? ¿También cuando el fiscal dice que la operación ha sido fiscalmente opaca?». González puso esto último en duda –«¿quién?», «¿dónde dice eso?»–, y Ramírez se lo detalló: «Eso es lo que dice la Fiscalía en el escrito incluido en el procedimiento que se está instruyendo».