El Gobierno del PSOE gastó 8,7 millones en las cuchillas que ahora critica

El Gobierno del PSOE aprobó en 2005, firmado por el ex secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, invertir 8,7 millones para, entre otras cosas, instalar bayonetas y concertinas en Ceuta y Melilla.

La polémica sobre las concertinas de acero en Melilla sigue abierta y muy abierta. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que él exigió la retirada de este tipo de dispositivos para frenar la inmigración cuando accedió al Ministerio del Interior, al entender que era «un sistema de protección inhumano». Sin embargo, fue el propio Gobierno del PSOE, en octubre de 2005, con José Antonio Alonso al frente de Interior y Antonio Camacho como su número dos, el que aprobó la colocación «por vía de urgencia» de estas concertinas de acero en las fronteras de Melilla y de Ceuta.

Los documentos firmados por Camacho, entonces secretario de Estado de Seguridad, así lo confirman. Camacho pasó a ser la mano derecha de Rubalcaba en Interior y, posteriormente, el titular de esa cartera en los estertores del Ejecutivo de Zapatero.

Rubalcaba aseguró ayer en la cadena Ser que las concertinas –alambradas cortantes– son «un sistema de protección inhumano», obviando sin embargo que fue el propio Ejecutivo socialista, concretamente el Ministerio del Interior en el que estaba Antonio Camacho como número dos, el que inició la colocación de estas concertinas. Pero con un añadido más, para bloquear la parte alta de la valla en Ceuta y Melilla: la colocación de bayonetas.

El 14 de octubre de 2005, Camacho firmó una resolución «por la que se declara de emergencia la adopción de medidas para mejorar la seguridad de los perímetros en las ciudades de Ceuta y de Melilla». Esa resolución fue ampliada posteriormente por otra del 24 de octubre. Ambas, firmadas por Camacho.

El entonces mano derecha de Alonso y después de Rubalcaba explicaba que estas medidas se aplicaban como consecuencia del Consejo de Ministros de 30 de septiembre de 2005, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Sin que se escuchara en ese momento la voz de protesta de Rubalcaba (entonces portavoz del grupo parlamentario socialista), el Ministerio del Interior aprobó: «refuerzo del vallado mediante perfiles metálicos fijados a los postes de estructura (...), concertina de acero inoxidable y bayonetas en prolongación de los postes». Interior explicaba entonces que las medidas de refuerzo de la frontera de Ceuta habían sido adjudicadas por 4.709.281 a la empresa Dragados. En el caso de Melilla, las medidas de seguridad perimetrales, incluidas también «concertinas de acero inoxidable y bayonetas en prolongación de los postes», supusieron una inversión de 4.073.434 euros.

En aquella fecha, Camacho también ordenó adquirir 200 fusiles HK G36 KE 156 para proteger los ámbitos fronterizos de ambas localidades.

El 24 de octubre, en la segunda resolución, Camacho firmó el gasto de 13.948.834 euros para la «instalación de un tercer vallado perimetral fronterizo de Melilla», «lo que incluye las siguientes actuaciones: montaje de un vallado tridimensional formado por mallas metálicas, sirgas de acero y elementos dinámicos, un sistema de dispersión de agua y líquidos, un sistema de iluminación, dos sistemas de detección perimetral, así como el estudio de preparación del terreno hormigonado».