Ayuntamiento / Muestran su solidaridad con los huelguistas

«No seremos los esquiroles»

Los sindicatos de Tragsa, que afrontan un ERE con 800 bajas, se oponen a «participar en las artimañas» de Botella

«No vamos a ser esquiroles de nuestros propios compañeros». Santiago Cavero, delegado de Fecoma-CCOO, sindicato mayoritario junto a UGT de la empresa pública Tragsa –la salvadora de la huelga de limpieza, según Botella– afirmaba ayer que los trabajadores se oponen de plano a sustituir a los empleados de limpieza de la ciudad de Madrid.

Como empresa pública, Tragsa, especializada en el desarrollo sostenible del medio rural y marino, está obligada a acudir ante el «requerimiento de las administraciones», según explicaron ayer fuentes de la compañía. De hecho, sus empleados ya actuaron en el caso del Prestige o las huelgas de limpieza y basura en Jerez de la Frontera o Sevilla.

Pero los sindicatos, sin embargo, no están por la labor de actuar, ya que ahora mismo Tragsa está en medio de un proceso de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que amenaza a sus cerca de 9.000 trabajadores. «Tragsa es una empresa que no se puede usar de esta manera; no puede ser que les digan a los trabajadores que no sirven y que les van a despedir porque no hay trabajo y ahora les convoquen para esto», señalaba el portavoz de CCOO. Ahora mismo los sindicatos siguen negociando los despidos.

El pasado lunes, de hecho, desconvocaron la huelga del día siguiente después de que la empresa anunciara que iba a reducir los despidos a la mitad dentro de su plan de viabilidad: de 836 despidos a unos 400 en Tragsa, y de 803 extinciones a 420 en su filial Tragsatec, dedicada a la ingeniería.

Según explicó el delegado de CCOO, el ERE es totalmente incomprensible después de que Tragsa «estuviera dando beneficios a la Sepi hasta el año pasado».

En un comunicado, los sindicatos UGT, Fecoma y CGT aclararon que los trabajadores de Tragsa sólo podrían actuar en «una situación de emergencia sanitaria», algo que no se cumple ahora pues para «que fuese declarada suelen transcurrir unas tres semanas». «Queremos mostrar el total apoyo a las justas reivindicaciones de los trabajadores de la limpieza de Madrid en su lucha por defender sus puestos de trabajo», subrayaron los sindicatos, que añadieron que no «están dispuestos a participar en las artimañas de la señora alcaldesa».