La NSA espió 60 millones de llamadas telefónicas en España en sólo un mes

Un documento de la agencia norteamericana titulado «Spain last 30 days» refleja el flujo de comunicaciones interceptadas entre el 10-XII-2012 y el 8-I-2013

Quedaron registrados los teléfonos interconectados y la duración de las llamadas, cometiendo un delito tipificado en el Código Penal

EL MUNDO ha alcanzado un acuerdo con Glenn Greenwald para divulgar en exclusiva los ‘documentos de Snowden’ que afectan a España

Adónde llamas, desde dónde y durante cuánto tiempo. La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) espió 60 millones y medio de llamadas en España tan sólo entre el mes de diciembre de 2012 y principios de enero de este año, según muestra un gráfico que forma parte de los documentos secretos del ex agente Edward Snowden a los que EL MUNDO ha tenido acceso en exclusiva.

Bajo el título «Spain –last 30 days» («España –últimos 30 días»), un gráfico de barras muestra el flujo diario de llamadas, definidas con las siglas DNR, interceptadas durante los días comprendidos entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero del presente año. El 11 de diciembre, EEUU espió algo más de tres millones y medio de llamadas registradas en suelo español. Fue el día de máximo flujo.

Por contra, los días 30 de diciembre, 1 y 2 de enero, no aparecen llamadas en el gráfico, coincidiendo con una sustancial bajada del tráfico de datos monitorizado durante la época navideña. En total, 60.506.610 llamadas fueron vigiladas en poco menos de un mes.

Dicho espionaje no registra el contenido de las llamadas, sino el número de serie de los aparatos que se comunican, el lugar donde se encuentran, el número de teléfono de las tarjetas SIM usadas y la duración de la llamada. Aunque el gráfico muestra sólo la interceptación de llamadas, las operaciones con Metadata –como se conocen este tipo de datos con los que trabaja la NSA– incluyen también la intrusión en informaciones de carácter personal a través del navegador de internet, el correo electrónico y redes sociales como Facebook o Twitter.

La ley española 25/2007 de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y redes públicas de comunicación protege la privacidad de los datos «que revelen el contenido» de las comunicaciones, pero también «los datos que permitan determinar el momento y duración de una determinada comunicación» y «los necesarios para identificar el origen y destino de la comunicación, así como la identidad de los usuarios o abonados de ambos». Es decir, todas las informaciones que la NSA registró de manera masiva y sistemática en España, así como en Francia, Alemania o Brasil, países en los que se han publicado revelaciones respecto a la intromisión en sus comunicaciones. Estas informaciones sólo pueden ser cedidas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los funcionarios de la Dirección de Vigilancia Aduanera cuando ejerzan funciones de policía judicial. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), «en el curso de las investigaciones de seguridad sobre personas o entidades», también puede acceder a estas informaciones, pero sólo cuando el Tribunal Supremo lo autorice.

REUNIÓN CON EL EMBAJADOR.Está previsto que durante la mañana de hoy se reúnan el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, y el embajador estadounidense en España, James Costos, para abordar el asunto del espionaje. El presidente español, Mariano Rajoy, dio esas instrucciones al crecer las sospechas de que España habría sido masivamente espiada después de las filtraciones en el diario francés Le Monde (que revelaba el espionaje de 70 millones y medio de llamadas en su país) y Die Welt, que publicó las sospechas de los servicios de inteligencia alemanes sobre la posible interceptación por parte de la NSA del mismísimo teléfono móvil de la presidenta Angela Merkel entre los años 1999 y el pasado mes de julio. Dichas informaciones llevaron a que Francia y Alemania planearan proponer un pacto a EEUU para acotar su campo de acción con respecto al espionaje a sus ciudadanos, recordando en reiteradas ocasiones que «no es aceptable en absoluto el espionaje entre amigos y aliados». En ese sentido, Mariano Rajoy aseguró en su comparecencia pública del viernes pasado que no sabía si se uniría a la iniciativa francoalemana, recordando que las competencias en inteligencia no son de la UE, sino de los estados miembros. «Sobre si España ha sido espiada, yo tengo que decir que no tenemos constancia de ello», aseguró el mandatario español antes de conocer los documentos hoy publicados por este diario. «Nuestro organismo jurídico, igual que otros instrumentos internacionales, regula claramente el derecho a la privacidad de las comunicaciones de todos los ciudadanos», afirmó.

La creciente intrusión de EEUU en las comunicaciones telefónicas y de internet alrededor de todo el mundo, y también en España, genera una gran polémica entre los estados y la opinión pública por lo cuestionable de sus motivaciones y por su carácter masivo. Así, bajo el amparo de la Patriot Act (Ley Patriótica), aprobada en octubre de 2001 después de los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York, EEUU amplió su poder de control para el combate del terrorismo, incluyendo una mayor cooperación entre agencias de seguridad y un aumento de los procesos de vigilancia, así como otras medidas que reducían los derechos ciudadanos en pos de una hipotética mayor seguridad antiterrorista. En su día, la ley ya suscitó una gran polémica entre corrientes ciudadanas que veían vulnerados sus derechos civiles. Desde que el caso Snowden salió a la luz, el escándalo viene amplificándose.

INTENCIÓN POLÍTICA. La mayoría de comunicaciones interceptadas no están en absoluto relacionadas con el terrorismo, mientras que el espionaje a personajes como la presidenta de Brasil Dilma Rousseff o la alemana Angela Merkel, a empresas como Petrobrás o a instituciones como la ONU levanta todas las sospechas sobre la verdadera intención del espionaje masivo, que en muchas ocasiones parece claramente más relacionado con los intereses comerciales y políticos de la primera potencia mundial y su hegemonía que con una lucha real contra el terrorismo internacional.

A principios de junio, cuando salieron a la luz las primeras filtraciones de Snowden sobre el espionaje estadounidense en su propio país, el presidente Obama quiso relativizar su importancia en una comparecencia pública debido precisamente a su condición de Metadata y no de contenido. «Nadie está escuchando vuestras llamadas telefónicas. No es así como funciona el programa. Como fue indicado, lo que hace el equipo de inteligencia es mirar los números de teléfono y la duración de las llamadas. No están mirando los nombres de las personas o el contenido. A través de Metadata, sin embargo, se pueden identificar potenciales pistas sobre personas que puedan estar relacionadas con el terrorismo».

En seguida, diversos activistas en defensa de la privacidad en internet respondieron enérgicamente a ese intento de Obama de justificar o rebajar el espionaje masivo. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas estadounidenses) recogió, entre otras, la denuncia del profesor de Ciencias de Computación y miembro de la Comisión Federal de Comercio Edward Felten, donde defendía las razones de la gravedad del espionaje. «Este sistema permite el análisis de grandes conjuntos de datos para identificar los patrones y relaciones de sus usuarios, incluyendo detalles personales, hábitos y comportamientos». Felten, que ha declarado en diversas ocasiones en el Congreso sobre asuntos relacionados con tecnología y computación, daba un claro ejemplo para destacar la importancia del Metadata, en contra de las afirmaciones de Obama: «Una joven llama a su ginecólogo, inmediatamente a su madre y después a un hombre que, durante los últimos meses, ha hablado con ella en repetidas ocasiones después de las 11 de la noche, seguido de una llamada a un centro de planificación familiar que también ofrece abortos. El historial que sale de ahí muestra más evidencias incluso que la grabación del contenido de una llamada telefónica».

MUCHA INFORMACIÓN.En esta línea, la asociación Electronic Frontier Foundation, en defensa de los derechos del mundo digital, denunciaba con ironía: «Saben que has llamado a un servicio de sexo a las 2.24 am y has hablado durante 18 minutos. Pero no saben sobre qué has hablado. Saben que has llamado a una línea de guardia de prevención de suicidios. Pero el tema de la llamada permanece en secreto. Saben que has hablado con un servicio de examen de VIH, después con tu médico y después con tu compañía de seguro médico a la misma hora. Pero no saben sobre qué has hablado».

Entre los documentos a los que ha tenido acceso EL MUNDO, se encuentra también una explicación de la NSA sobre el funcionamiento y los objetivos del uso de Boundless Informant, software que permite resumir y comprender la información acumulada por los sistemas de Inteligencia de Señales (SIGINT) mediante los que la NSA intercepta las comunicaciones. «Boundless Informant es un prototipo de GAO (Operaciones de Acceso Global) para la autodocumentación del sistema de SIGINT. Proporciona la habilidad de describir dinámicamente la recolección de datos de las GAO sin la intervención humana y disponiendo la información gráficamente en un mapa, un gráfico de barras o una tabla», explica el documento de junio de 2012.

O sea, que un gráfico como el que aparece en la imagen sobre España habría sido desarrollado automáticamente por dicho programa y sin la necesidad de la intervención de un operario. «La herramienta permite al usuario seleccionar un país en el mapa y visualizar el volumen de metadatos, así como seleccionar detalles sobre los datos recolectados contra cada país», agrega. De modo que sería relativamente fácil para un usuario acceder, a partir de los mapas y gráficos, a informaciones compiladas sobre, por ejemplo, cada una de las dos millones de llamadas que se interceptaron como promedio al día en España en diciembre del pasado año.

Si bien la lucha contra el terrorismo es siempre el motivo esgrimido por los servicios de inteligencia estadounidenses para justificar el espionaje, resulta cuanto menos dudoso que el motivo para interceptar unos dos millones de llamadas diarias en España esté directamente relacionado con el terrorismo.

Clara prueba de ese posible uso del espionaje con fines políticos y económicos se ha visto reflejado en los documentos sobre Brasil exhibidos en el programa Fantástico de la TV Globo, que demuestran el espionaje estadounidense a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, al presidente mexicano Enrique Peña Nieto cuando era candidato y a la empresa petrolera nacional brasileña, Petrobrás, que posee la más avanzada tecnología de extracción de crudo en alta mar, conocido como presal.

MALESTAR MUNDIAL.Las primeras filtraciones de Snowden sobre Brasil hablaban de 2.300 millones de llamadas y correos electrónicos espiados por la NSA en enero de 2013, lo cual motivó una petición de explicaciones públicas y la apertura de una comisión de investigación en el Parlamento. El descontento fue en aumento con las informaciones referentes a Petrobrás y al espionaje directo a Dilma Rousseff, cuyo desplante final fue cancelar su visita oficial a Washington y un amargo discurso durante la pasada cumbre de la ONU, en la que aseguró la semana pasada que «inmiscuirse de esa manera en la vida de los otros países hiere el Derecho Internacional y contradice los principios que deben regir las relaciones entre países, sobre todo entre naciones amigas». «Jamás el derecho a la seguridad de un país puede ser garantizado mediante la violación de derechos humanos fundamentales de otro país», agregó.

En Alemania, «objetivo prioritario» del espionaje estadounidense en Europa (con unas 500 millones de comunicaciones mensuales) según un reportaje de Der Spiegel basado en los documentos de Snowden, el Gobierno aseguró a través de su Ministro de Exteriores que ese tipo de espionaje sería «inaceptable» entre «socios y aliados». Poco después, sin embargo, Snowden partía de sus documentos para asegurar, en la entrevista publicada en The Guardian, que los servicios secretos alemanes no sólo conocían dicho espionaje, sino que cooperaban y lo facilitaban.

En aquella primera oleada de filtraciones sobre Europa, España aparecía en un nivel intermedio de interés. Representantes del Ministerio de Exteriores español pidieron entonces explicaciones y expresaron su malestar, previamente reconocido también por diversos eurodiputados en Bruselas, a la embajada estadounidense. Ahora, por primera vez, se conoce el rastreo llevado a cabo en España por los Estados Unidos y la cantidad, más de 60 millones llamadas sólo en diciembre de 2012 y enero de 2013.

>Videoanálisis de Iñaki Gil.

Días y número de comunicaciones

> El gráfico muestra en su eje vertical la cantidad de llamadas, desde el 0 a los 4 millones, y en su eje horizontal los días de diciembre de 2012 e inicios de enero de 2013.

> La barra verde corresponde al número de llamadas telefónicas interceptadas cada día en España por la NSA, identificadas como DNR (Reconocimiento Dial de Números, en sus siglas en inglés).

> Las DNI (Red Digital de Inteligencia) corresponden a la interceptación de comunicaciones por internet, si bien el influjo no aparece en el gráfico.