Han pasado tres semanas de la trágica muerte de unos 500 inmigrantes tras naufragar la barcaza en la que viajaban frente a las costas de la isla siciliana de Lampedusa. Pero la llegada de pateras, cayucos y otras embarcaciones no se detiene.
La prueba está en que en 24 horas han sido auxiliados en las aguas del Canal de Sicilia un total de 1.191 inmigrantes que viajaban en varias embarcaciones.
Fue muy intenso el trabajo que durante la madrugada tuvo que desplegar la guardia costera italiana que patrulla las aguas de esa zona, y que socorrió a varias barcas cargadas con 376 inmigrantes en total. La primera embarcación, con 95 personas a bordo, fue interceptada a 103 millas de la isla y una unidad de la Capitanería del Puerto acudió a auxiliarla.
Pero esa misma unidad tuvo poco después que poner rumbo hacia otro barco, con 80 inmigrantes a bordo que habían sido ya socorridos por un mercante maltés, al que el centro de control de Roma había pedido que se desviara para poder ayudarlos.
Y no sólo es. También en la madrugada de ayer dos lanchas patrulleras interceptaron en la zona del canal de Sicilia una tercera embarcación repleta de inmigrantes. Se encontraba a unas 25 millas al sur de la isla de Lampedusa y llevaba a bordo a 201 inmigrantes, de los cuales 39 eran mujeres y 53 niños.
La noche anterior, la del miércoles al jueves, fue aún peor. Más de 800 inmigrantes tuvieron que ser socorridos en el Canal de Sicilia en cuatro operaciones distintas. Una de las naves llevaba a bordo unos 400 sin papeles. En otra barcaza, siempre en dificultad, naufragaba el sueño de llegar a Europa de otros 250 inmigrantes. En la tercera embarcación interceptada fueron ayudados 95 eritreos. El último salvamento estuvo protagonizado por un mercante de bandera panameña, que recibió órdenes del comando general de la Capitanía del puerto de Lampedusa de subir a bordo a 80 inmigrantes que viajaban en una barcaza con problemas a 110 millas al sur de la isla.