La inmigración, un drama sin fondos

El Consejo Europeo no pedirá más recursos a los países y retrasa el debate a 2014

Las recientes tragedias ocurridas en Lampedusa y Sicilia, en las que murieron más de un centenar de inmigrantes que trataban de llegar a suelo europeo, han obligado a modificar la agenda prevista para la cumbre europea que comenzará este jueves. A petición de Italia y otros países del Sur de Europa, entre ellos España, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha accedido a incluir el debate sobre la inmigración en el orden del día, a pesar de las reticencias de otros Estados miembros.

Los dos primeros borradores con las conclusiones de esta cumbre apuntan a que la discusión política tratará este delicado asunto de forma muy superficial y se evitará a toda costa tomar decisiones concretas que impliquen el desembolso de nuevos fondos para luchar contra este drama. El gabinete de Van Rompuy es el encargado de redactar las conclusiones, que después se van dando forma con las aportaciones que hacen los Estados miembros, primero en reuniones preparatorias a nivel ministerial y por último en la propia cumbre, ya con los jefes de Estado y de Gobierno discutiendo la redacción final.

De momento el texto que saldrá de la cumbre admite de forma muy genérica que «se debe hacer más para prevenir que eventos trágicos como los que han ocurrido en el Mediterráneo vuelvan a repetirse». Sin embargo, no especifica cómo contribuirán los socios europeos a esta nueva tarea que, según ha insistido la Comisión, requiere de muchos más recursos.

Los líderes europeos darán la bienvenida a la creación de un grupo de trabajo liderado por la Comisión Europea para «identificar las acciones concretas necesarias para asegurar un uso más eficiente de las políticas y herramientas existentes», señala el documento, que en ningún caso habla de dotar con nuevos recursos a la agencia Frontex, encargada de coordinar la acción europea de vigilancia y control de la inmigración ilegal.

En lugar de afrontar el problema desde una perspectiva interna, la propuesta de conclusiones que ha redactado el equipo de Van Rompuy llama a los Estados miembros a establecer «una mayor cooperación con organizaciones internacionales, como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migraciones (IOM)».

«Las expectativas en este asunto concreto son muy bajas», reconoce una fuente diplomática italiana consultada, a pesar de que la Comisión Europea ha reiterado que sólo es posible actuar de forma coordinada con más recursos. El Consejo Europeo emplazará a la próxima reunión, en el mes de diciembre, para evaluar el trabajo realizado en esta materia y en junio del próximo año abordará de forma más concreta las cuestiones de inmigración y asilo en una cumbre dedicada a asuntos de Justicia y Seguridad.

Desde que tuvo lugar la tragedia de Lampedusa las acciones a nivel comunitario han sido más bien escasas. Los ministros de Interior mantuvieron una reunión de urgencia en Luxemburgo que se saldó con un vago compromiso político pero sin ningún acuerdo concreto sobre cómo aunar fuerzas para evitar casos similares. El freno, explican fuentes europeas, lo están poniendo algunos países que creen que la inmigración y el control fronterizo es una competencia nacional y que algunos Estados miembros no están haciendo lo suficiente para contener el problema.

En la reunión de ministros España fue puesta como ejemplo de una eficaz lucha para evitar el tráfico de seres humanos y la inmigración ilegal desarrollando acuerdos con los países de origen. Pero en Bruselas recuerdan que este caso es más complicado porque la mayoría de inmigrantes que acaban naufragando en el Mediterráneo parten de Libia, un Estado fallido donde no es posible establecer acuerdos para frenar la actividad de estas mafias.

>Vea el videoanálisis de Javier G. Gallego.

Bronca política en el funeral de las víctimas

> Italia recordó ayer a los 366 inmigrantes que perdieron la vida en el naufragio de Lampedusa del pasado día 3. El funeral de Estado ha suscitado una bronca política entre los alcaldes locales y el Gobierno, al que acusan de oportunismo para ‘hacerse la foto’.

> A la ceremonia no asistió la alcadesa de Lampedusa y se tuvo que celebrar en el muelle de Agrigento. Acudieron el viceprimer ministro, Angelino Alfano, y los titulares de Defensa e Integración, entre otras autoridades religiosas e internacionales. Al finalizar el acto los familiares de las víctimas gritaron a Alfano: «¡Basta, asesino!».