Las horas extra ya no se pagan y las bajas no se piden

El miedo a perder el trabajo lleva las horas extra y el absentismo a mínimos

Cuando comenzó la crisis, cada empleado dejaba de trabajar 5,52 horas de media al mes por incapacidad temporal. Sin embargo, en el segundo trimestre de este año ese número se ha reducido a tan sólo 3,66, casi dos horas menos. Es decir, el absentismo laboral se ha reducido en este periodo casi un 34%. Esta caída no se debe a la reducción de las enfermedades sino, sobre todo, al miedo de los trabajadores a perder el empleo durante la crisis.

En particular, se debe a los cambios introducidos por la reforma laboral, que permite el despido objetivo, con 20 días de indemnización por año trabajado con un límite de 12 mensualidades, por falta de asistencial al trabajo aún justificadas pero intermitentes. Esas bajas deben alcanzar el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos siempre que el total de ausencias en los 12 meses anteriores alcance el 5% de las jornadas hábiles o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro en el último año. Así, en los dos trimestres después de la entrada en vigor de dicha reforma es cuando se registró el menor número de horas no trabajadas por incapacidad temporal (3,38 horas en el tercer trimestre de 2012 y 3,55 en el tercero).

En los sectores más intensivos en mano de obra, que también eran los que más se acumulaba el absentismo, es dónde más caen las bajas por enfermedad. Por ejemplo, en la construcción decrecen un 36,1% y una cifra similar en la industria. Mientras, en los servicios descienden un 33%. Y, como era previsible, es entre el colectivo de trabajadores a tiempo completo donde más se corrige el absentismo ya que en este periodo cae en más de dos horas. Es decir, ahora la incapacidad temporal se encuentra en 4,17 horas de media por trabajador frente a las 6,04 horas del primer trimestre de 2008. En los trabajadores a tiempo parcial las bajas sólo representan 1,89 horas de media frente a las 2,59 del inicio de la crisis.

En los datos sobre la reducción de los costes laborales de las empresas por tercer trimestres consecutivo, facilitados ayer por el INE, también se observa otro curioso fenómeno achacable a la reforma laboral y a la crisis. Así, por primera vez en la historia estadística, las horas extraordinarias han dejado prácticamente de existir en España. En este segundo trimestre cada trabajador ni siquiera realizó media hora extra al mes (28,8 minutos exactamente, es decir, 0,48 horas) frente a los 47 minutos (0,77 horas) que hacía cuando comenzó la crisis, casi un 40% menos. En el cuarto trimestre de 2006, cuando nadie sospechaba la contracción económica que se preparaba, cada trabajador realizaba 52 minutos mensuales de horas extra (0,86 horas).

Este descenso sólo es explicable por el deterioro del mercado laboral. Es decir, esas 0,48 horas al mes que se hacen ahora son horas extras efectivamente pagadas. Según denuncian los sindicatos, se está realizando un número superior de horas en las empresas respecto a esta estadística oficial para evitar posibles despidos. Sin embargo, no aparecen como reales porque no se pagan.

En concreto, esta actuación ha sido denunciada a la inspección de trabajo en la contratación a tiempo parcial. «Hemos detectado que en muchos casos se contrata al empleado por unas horas y, sin embargo, trabaja a jornada completa o incluso más horas», añaden en CCOO. Así, en las autonomías dónde más realizan más contratos parciales, por ejemplo, Andalucía, las horas extra al mes sólo alcanzan los 20 minutos totales. En La Rioja, son de 15 minutos al mes.