«Para los argentinos, los Pujol son como los Perón»

«Han sido los dueños de todo durante 25 años», dice Shanahan

Gustavo Shanahan echa la vista atrás, recuerda cómo empezó su vinculación con la familia Pujol y admite que tenía sus reticencias. «Para un sector de la sociedad argentina, esta familia son como los Perón», razona el ex presidente del Puerto de Rosario. Una saga que, al igual que la que lideró Juan Domingo Perón, que fue presidente de la República Argentina en tres ocasiones, permaneció décadas en el poder enriqueciéndose ilimitadamente.

«Antes de dar aquel paso, el de asociarme con Jordi Pujol Jr., mi hermana, que vivió allí en España, me dijo: ‘Ojo, Gustavo, ten mucho cuidado con los Pujol, que son corruptos y los dueños de todo’».

Pese a las continuas advertencias familiares, Shanahan siguió adelante deslumbrado por el poderío económico del clan catalán, que no tardó en dejar constancia de que su apuesta por el negocio portuario iba en serio.

«¿De dónde procedía el dinero de Jordi? Nunca me iba a decir que era de papá», prosigue Gustavo Shanahan. «¿Cuánta plata ha debido hacer este hombre en 25 años siendo el dueño de todo o de un pedacito de todo?», se pregunta en voz alta.

«Aquí en la Argentina también está todo putrefacto, es la misma escuela en todos lados», señala en relación con el índice de corrupción. En este sentido, este empresario rosarino pone un ejemplo práctico: «En los grandes contratos públicos en la Argentina hay que repartir el 5% entre los diputados [en Cataluña, CiU exige una comisión del 4%]».

Pese al caudal financiero inicial, no tardaron en surgir las primeras fricciones entre los socios a la hora de gestionar la instalación situada a lo largo de la Avenida de Belgrano. «Nos dimos cuenta de que el negocio del puerto era muy complicado y Jordi, que es un boludo, un pelotudo, al punto que lo mataría con mis propias manos, no quería trabajar», apunta encendiéndose y recordando la predilección de Pujol Ferrusola por «las mujeres grandes, los coches de lujo [posee cerca de 20] y la vida loca». Por sus aficiones y su particular forma de ser, sus antiguos socios en el puerto rosarino coinciden en calificarlo de «personaje novelesco». «Siempre estaba presumiendo de lo que tenía y de lo que hacía».

«Yo soy un empresario importante, pero hacía falta dinero y Jordi Pujol es un loco, pero un loco con mucha plata», apostilla Shanahan.

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