Ese «espejo de la legalidad», como se refirió a él el ex secretario general del PP Javier Arenas durante su comparecencia en la Audiencia Nacional, será examinado de nuevo el próximo 5 de septiembre por los forenses del Instituto de Medicina Legal para determinar si está o no en condiciones de declarar como imputado. El juez Pablo Ruz ya consideró pertinente citar al ex tesorero Álvaro Lapuerta el pasado 10 de julio, pero los médicos dictaminaron que, tras caerse dos veces en su domicilio, no se encontraba aún en «condiciones óptimas» para realizar «una declaración judicial compleja».
Lo que pueda decir Lapuerta, tesorero del PP entre diciembre de 1993 y junio de 2008, es ahora todavía más relevante para el futuro de la causa (y para el debate político) después de que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y sus antecesores Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas hayan coincidido en descargar en él y en el que fue durante ese tiempo su gerente, Luis Bárcenas, toda la responsabilidad en el control de las finanzas. Y, singularmente, de la legalidad de las donaciones en efectivo: si superaban o no los límites legales y si los benefactores eran o no adjudicatarios de obra pública.
Las palabras de los tres secretarios generales se ajustaron también en hacer un claro distingo entre el «honorable» Lapuerta y el mentiroso Bárcenas. Nadie en el entorno de Lapuerta cree que vaya a hacer o a decir otra cosa, suponiendo que algún día llegue a comparecer ante el juez, que lo que mejor convenga a su partido de siempre.
El fiscal anticorrupción Antonio Romeral tiene pendiente desde hace semanas un informe acerca de varias diligencias de prueba solicitadas por acusaciones y defensas. Probablemente la principal sea la petición del abogado de Luis Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, para que la Policía Científica acredite que los visés que figuran en un lateral de la presunta contabilidad B manuscrita se corresponden con la firma de Álvaro Lapuerta, como asegura el ex tesorero encarcelado.
Si se confirmase que esa rúbrica es suya, la veracidad de unos documentos escritos a dos manos a lo largo de década y media quedaría ya casi fuera de toda duda. Las declaraciones de los tres secretarios generales dejarían abierto un cortafuegos entre el tesorero y la cúpula política del PP para el caso de que se diera esa eventualidad.
No será sencillo que ocurra. En el informe pericial caligráfico sobre las fotocopias que publicó El País, la Policía Científica acreditó que la letra de las anotaciones corresponde a Luis Bárcenas, pero no pudo determinar la autoría de los visés, porque «están integrados por un trazado a modo de simple rúbrica, de carácter breve, ilegible y de cierta irregularidad y arbitrariedad, de forma que resultan variables entre sí los trazados que las integran, impidiendo fijar las constantes gráficas de su posible autor o autores».
El diario de Prisa, en cambio, publicó un estudio independiente de una grafóloga que sostiene que «los visé/rúbricas dubitadas [los que constan en los cuadernos], sí han sido realizados por el mismo autor que las indubitadas [las que hizo ante el fiscal], y por tanto, corresponden en autoría a D. Álvaro Lapuerta Quintero».
En todo caso, los peritos contarán ahora con los documentos originales. Esta circunstancia facilitará el análisis y permitirá descartar que se trate de firmas hechas para la ocasión, sino realizadas a lo largo del tiempo.
Él dijo que nunca donaban en efectivo
> Álvaro Lapuerta ha declarado hasta ahora en la Fiscalía Anticorrupción el 7 de febrero y ante el juez el 22 de marzo, mucho antes de que se conociesen elementos muy relevantes para la causa. Lo negó todo: «Absolutamente nada. Es mentira. [...] Yo no recuerdo ningún sobresueldo. De los fondos del partido no se ha sacado nunca nada de eso».
> Sobre los donantes, afirmó que él les advertía de «que no podían tener ningún interés con el Estado» y que nunca lo hacían en efectivo.