«Confirmo y apoyo todo lo que relata Ángel Carromero en EL MUNDO sobre la muerte de Oswaldo Payá». Así se pronunció, ayer, Carlos Payá, hermano del fallecido líder opositor cubano, en relación a la entrevista donde el vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP sentencia que «los servicios secretos cubanos asesinaron a Oswaldo Payá». Carlos Payá precisó que, en todo caso, él y su familia ya conocían la información publicada «tanto por boca del propio Carromero como por otros testimonios que avalan y amplían» las palabras del joven político del PP.
Con estos «múltiples testimonios» y una serie de «pruebas», la familia Payá va a presentar «una querella en la Audiencia Nacional [de Madrid]», gracias a que Oswaldo Payá gozaba de doble nacionalidad (hispano-cubana).
Desde Miami, la viuda de Payá sentenció: «Ángel debería ser indultado ya».
Viene de primera página
«El Gobierno cubano no nos ha querido dar el informe de la autopsia de mi hermano, pero sabemos que Oswaldo tenía el cuerpo intacto y la cabeza con muchísimos golpes. Y eso no lo causa un accidente a 60 kilómetros por hora. Sabemos que le golpearon con algo contundente muchas veces», insistió Carlos Payá.
El 22 de julio de 2012, Ángel Carromero viajaba en coche por una carretera secundaria cerca de la localidad cubana de Bayamo, acompañado de Oswaldo Payá, el también activista cubano Harold Cepero y el político sueco Aron Modig. Según la versión oficial de La Habana, el vehículo sufrió un accidente debido a la excesiva velocidad con la que conducía Carromero (quien fue condenado a cuatro años de prisión y hoy día se encuentra en España controlado por una tobillera telemática). Carromero y Modig salieron ilesos, pero no los disidentes cubanos. Ambos perdieron la vida. Carromero mantiene que un coche azul les persiguió, embistió y sacó de la calzada. Es más, el dirigente de Nuevas Generaciones está «seguro» de que Payá «salió vivo del accidente», pues cuando ingresó en el hospital «las enfermeras y un párroco» le aseguraron que habían ingresado «los cuatro».
Carlos Payá precisó ayer que él y su familia fueron conscientes ya en la tarde de ese trágico domingo (el suceso tuvo lugar poco después de las 13.00 horas) de que el coche de Ángel, Oswaldo, Harold y Aron no se había salido de la carretera de manera accidental. «Desde Suecia nos llamaron para alertarnos de que habían recibido un mensaje desde el móvil de Aron que decía: ‘Un auto nos ha sacado de la carretera’». Y no sólo eso: «Hay registrada una llamada a nombre de un tal Felix Cordoví en la que éste asegura: ‘Llamo desde Bayamo y quiero reportar que Payá ha muerto en un choque con una patrulla’».
Con estos dos mensajes, Carlos Payá quiso incidir en que cree a pies juntillas que Carromero no circulaba a una excesiva velocidad, causando que el vehículo se saliera de la calzada. «Esa carretera es un desastre, no se puede ir rápido por ella, y mi hermano Oswaldo no dejaba correr a nadie. Era la precaución en persona. Era precavido por naturaleza».
Asimismo, el hermano del líder y fundador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) respaldó una vez más la versión de Carromero de que los servicios secretos cubanos estuvieron implicados en la tragedia. «A Oswaldo le seguían las 24 horas. El día anterior del suceso, el sábado, Ángel fue a una casa de cambio y la dependienta le preguntó que adónde iba, respondiéndole él que a Varadero. Pocas horas después, un tuitero con pseudónimo Yohandry Fontana, perteneciente a la seguridad cubana, tuiteó ‘Oswaldo sale para Varadero’». E insistió con otra precisión más: «Un teniente coronel fue el que llamó pidiendo varias ambulancias a las 13.30 horas desde la carretera secundaria. ¿Qué hacía ahí?».
Otros hechos de similar gravedad acontecieron poco después en el hospital, según Carlos Payá. Tras enterarse en La Habana Ofelia Acevedo –mujer de Payá– de lo ocurrido, llamó corriendo a varios compañeros del MCL y amigos para que se acercaran al hospital en su nombre, ya que no era capaz de encontrar un vuelo y se hallaba a 800 kilómetros de distancia de Bayamo. Una vez llegaron allí, los amigos y compañeros comprobaron que «el hospital estaba militarizado». Sin embargo, lograron entrar, viendo «cómo abofeteaban, golpeaban» en ese momento a Carromero y cómo un grupo de enfermeras mostraba su preocupación a un médico por la desatención que estaba sufriendo Harold Cepero, de 32 años. «Se dirigían al doctor Manuel Pérez Suárez, también conocido como El Nene, quien les conminó: ‘¿Por qué tanto aspaviento si es un terrorista que traía bombas y drogas?’. Harold Cepero ingresó con una fractura en la pierna, según el parte médico, y falleció. Agonizó mientras se burlaba de él un médico».
El hermano del fallecido Payá reside en Madrid y ayer recordó cómo cada vez que hablaba con Oswaldo por teléfono, ambos pensaban que era «la última vez» que lo hacían. «Oswaldo sabía que le iban a matar. Llevaba 20 años sufriendo acoso, contra él, contra su familia. Un día le aflojaban las ruedas, otro le decían directamente ‘Te vamos a matar’, descubrió que le habían puesto micrófonos en su habitación... Sufría amenazas continuamente, al igual que le vigilaban. Pero se lo tomaba ya incluso a risa... Lo de Bayamo no fue una cosa fortuita».
Desde Miami, Ofelia Acevedo, la viuda del fallecido activista apuntó: «Ángel ha sido muy valiente. Siempre dije que era inocente. No sé cómo su propia gente, partido, colegas, le han tratado así. Ángel fue maltratado en Cuba, pero también en su país: tiene un grillete y su Gobierno no le ha indultado sabiendo que lo que ocurrió no fue un accidente. Hemos pedido su indulto. ¿A qué esperan para dárselo?».
> La versión de Carlos Payá en su propia voz.