Una de las fortunas más importantes de España deberá comparecer ante el juzgado por sus problemas con Hacienda. El Juzgado de Instrucción número 25 de Barcelona ha citado para el 23 de julio a declarar como imputados a Liliana Godia, hija de Francisco Godia y una de sus herederas; a su esposo, el empresario Manuel Torreblanca; y a un primo de la acusada, Francisco Javier Amat, por 14 presuntos delitos contra la Hacienda Pública y haber defraudado 5.755.898 euros. Hace unas semanas la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona presentó una querella contra Godia y los otros dos acusados que el juzgado ha admitido a trámite, por lo que deberán comparecer para responder por estos presuntos delitos.
Empresaria y mecenas, el nombre de Liliana Godia siempre ha estado unido al de la fundación que creó para rendir homenaje a su padre Francisco Godia, empresario y piloto de Fórmula 1. Tanto ella como su hermana Carmen están muy ligadas al grupo de infraestructuras Abertis y tienen intereses económicos en numerosos sectores como la hostelería, las energías renovables o las ITV. También es conocida por sus donaciones y ayudas a proyectos sociales de menores marginados y enfermos, así como su apoyo a la investigación médica. Liliana Godia preside la fundación Godia que es un referente en el mundo cultural de Barcelona con más de 1.500 obras y está especializada sobre todo en tallas medievales catalanas. Además, realiza un importante trabajo de mecenazgo. Se calcula que su fortuna y la de su hermana Carmen, directiva de Abertis, conjuntamente pueden alcanzar los 1.000 millones de euros.
En la querella presentada hace unas semanas, la Fiscalía considera que entre 2007 y 2010 Godia utilizó las sociedades BCN Godia SL, Doplette SL y Barcel Euro SL, todas relacionadas con ella, para pagar gastos personales por valor de 1,5 millones de euros al año. El Ministerio Público cree que la empresaria hizo un «camuflaje contable y tributario» con estos gastos para evitar abonar los impuestos correspondientes.
En este sentido, la querella afirma que la empresaria eludió la tributación de los rendimientos de capital mobiliario en especie situando como gastos necesarios para las sociedades que controlaba sus gastos estrictamente personales y familiares. Se considera que Godia realizó un presunto «mecanismo defraudatorio» para no pagar el IRPF de estos rendimientos mobiliarios en especie y, además, las sociedades asumieron parte del IVA que le correspondería.
La Fiscalía indica que entre 2007 y 2011, BCN Godia, Barcel Euro y Doplette SL sufragaron los gastos personales del matrimonio, tales como el mantenimiento de sus viviendas, el salario del chófer, el alquiler de aviones privados y de embarcaciones, además de la compra de viajes, joyas, ropa o flores.
También acusa a Liliana Godia de fraude en el impuesto sobre el patrimonio en 2007 y 2011, ya que «dejó torticeramente de tributar por su cuantioso patrimonio sujeto a gravamen y no exento», constituido por sus participaciones en BCN Godia por sus cuentas bancarias en Suiza y por las obras de arte de su propiedad que tiene repartidas en sus casas, y que están valoradas en 6,8 millones de euros.
El fiscal cree que el esposo de Godia también defraudó el IRPF y acusa al primo de la empresaria de supuestas irregularidades cuando estaba al frente de la sociedad BCN Godia.
Cuando se conoció la acusación del fiscal, los acusados emitieron un comunicado en el que negaron estos delitos, tildaron de «infundada» la acusación y reprocharon a la Agencia Tributaria que no les hubiera informado ni les hubiera dado la oportunidad de presentar alegaciones.