Detenido otra vez el ‘tory’ Evans por abuso sexual

El vicepresidente del Parlamento británico, el conservador Nigel Evans, volvió a ser detenido ayer por otros tres cargos de abuso sexual. Evans había sido arrestado por primera vez y puesto en libertad condicional bajo fianza el pasado 4 de mayo por violación y abuso sexual de dos hombres entre el 2009 y el 2013.

Evans, de 55 años y de origen galés, confesó públicamente hace tres años que era homosexual y que estaba «cansado de vivir una mentira». Después obtuvo el total respaldo político de los votantes y estaba considerado como el político más popular de Lancashire, además del rostro más representativo de la comunidad gay entre los tories.

Evans negó públicamente los cargos y aseguró que había sido traicionado «por quienes hasta hace días consideraba como mis amigos». El político conservador decidió renunciar temporalmente a su cargo como uno de los tres vicepresidentes parlamentarios mientras dura la investigación. Evans ha permanecido sin embargo aferrado al escaño y ha asegurado que no tiene intención de dimitir.

Su nuevo arresto causó ayer una nueva convulsión en las filas del Partido Conservador, que hasta ahora le había respaldado oficialmente. Un portavoz del cuerpo de policial de Lancashire, al norte de Inglaterra, confirmó al mediodía de ayer que Evans había sido «nuevamente detenido como sospechoso de tres nuevos delitos de abuso sexual».

El político conservador se pasó varias horas testificando en comisaría y volvió a salir en libertad bajo fianza hasta el 10 de septiembre. «Sigo rechazando todas la acusaciones», dijo a las puertas de la comisaría. «Me siento muy agradecido por las muestras de apoyo que estoy recibiendo y por el amor que estoy recibiendo de mi familia, mis amigos y mis votantes».

«Claramente, soy el primer interesado en resolver esto cuanto antes y seguiré colaborando con la investigación», concluyó Evans, que está recibiendo presiones crecientes para renunciar a su escaño. Su dimisión podría forzar la convocatoria de elecciones especiales en un condado muy codiciado por el emergente Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip), deseoso de asestar un nuevo golpe político al Partido Conservador tras su repentino ascenso en las últimas elecciones locales.