El TC aparca las cuotas y elige a sus altos cargos por unanimidad

Pérez de los Cobos y Asúa, presidente y vicepresidenta para los próximos tres años

Los 12 miembros del Tribunal Constitucional cumplieron ayer el pacto que habían alcanzado y eligieron presidente a Francisco Pérez de los Cobos, magistrado desde enero de 2011 a propuesta del PP, y vicepresidenta a Adela Asúa, respaldada por el PSOE.

Las dos elecciones se produjeron en menos de media hora, en primera votación y por unanimidad, algo sorprendente en un tribunal habitualmente dividido en sus decisiones jurisdiccionales y también en la designación de sus altos cargos.

De hecho, Pérez de los Cobos es el segundo presidente en la historia del Constitucional que recibe el apoyo total del Pleno si incluimos a Manuel García Pelayo, primer presidente del TC, que obtuvo todos los votos menos uno en blanco, el suyo.

Otros tres presidentes (Francisco Tomás y Valiente, Pedro Cruz y Manuel Jiménez de Parga) salieron en primera votación, pero no por unanimidad sino por mayoría absoluta. Álvaro Rodríguez Bereijo, María Emilia Casas y Pascual Sala necesitaron dos votaciones para lograr la mayoría absoluta. Miguel Rodríguez-Piñero, que presidió el tribunal entre 1992 y 1995, no fue elegido hasta la tercera votación y gracias a que tenía más edad que su contrincante, Luis López Guerra, que era el candidato favorito del Gobierno.

Pérez de los Cobos también es el preferido del Ejecutivo para estar al frente del TC en una etapa que se prevé turbulenta por el desafío soberanista de Cataluña y por el enjuiciamiento de numerosas leyes polémicas del Gobierno anterior y del actual. Todas las fuentes consultadas aseguraron, no obstante, que el Ejecutivo se ha mantenido en la distancia, sin implicarse directa ni indirectamente, en la designación de Francisco Pérez de los Cobos, que es, aseguran, de los pocos magistrados, por no decir el único, que tiene línea directa con Mariano Rajoy.

Pérez de los Cobos es el noveno presidente del TC y el tercero que procede del Derecho Laboral, después de Rodríguez-Piñero y Casas. Asúa, por su parte, es la segunda magistrada que accede a la vicepresidencia tras Gloria Begué, que ocupó el cargo entre 1986 y 1989.

Con ambos se vuelve a la tradición de que los dos altos cargos del tribunal procedan de la Universidad, algo que sólo ha tenido el paréntesis del tándem saliente, integrado por Pascual Sala y Ramón Rodríguez Arribas, procedentes del Supremo.

Con su unánime designación, el TC ha querido dar una imagen institucional y de superación de las cuotas políticas. Desempeñarán la presidencia y la vicepresidencia del tribunal durante los próximos tres años y, con el marco jurídico actual, tendrían que abandonar el tribunal en enero de 2017. Una reforma legal realizada en 2010 establece que el tiempo de retraso en la renovación por tercios del TC se restará del mandato de los magistrados nombrados. En el caso de Pérez de los Cobos y Asúa, la demora del Senado en renovar el tribunal fue de tres años, por lo que sólo tendrían seis años de mandato en lugar de los nueve que prescribe la Constitución.

Muchos en el TC consideran que esa modificación legal es inconstitucional –así lo sostuvo el presidente saliente, Pascual Sala, en su último discurso del pasado día 13– y muchos creen que el Gobierno hará una contrarreforma que abriría la puerta a un segundo mandato de Pérez de los Cobos como presidente.