Negociación / A debate la ‘excepción cultural’

Cine europeo a cambio de coches

Los realizadores europeos exigen a Bruselas que les excluya del acuerdo comercial con EEUU para no tener que competir abiertamente con Hollywood

El acuerdo comercial más importante en la historia de la Unión Europea puede fracasar antes de que comience a negociarse. La industria audiovisual del viejo continente mantiene una pugna con la Comisión Europea a cuenta de las negociaciones que supuestamente debían empezar la próxima semana para sentar las bases de un gran pacto comercial entre la UE y Estados Unidos.

Los cineastas y productores cinematográficos reclamaron ayer en Estrasburgo que su industria quede excluida de las negociaciones para garantizar la supervivencia de un sector que se declara constantemente amenazado por las superproducciones estadounidenses. Francia es el gran aliado dentro del Consejo Europeo y ayer su ministra de Industria, Nicole Bricq, recordó que vetará el mandato para que Bruselas inicie las negociaciones con EEUU si no se excluye este sector del acuerdo.

Los directores Costa-Gavras (Desaparecido, Amén) y Cristian Mungiu (Cuatro meses, tres semanas y dos días) encabezaron la delegación que representa a más de 6.000 cineastas y que recuerda a Bruselas que «la excepción cultural es innegociable». «No nos engañemos, un mercado único de la cultura se convertirá rápidamente en un mercado único de la cultura americana».

Respaldada principalmente por Francia, esta plataforma que reúne a las principales asociaciones cinematográficas de Europa y en la que están presentes, entre otros, Pedro Almodóvar e Isabel Coixet, defiende que la cultura audiovisual quede al margen de las negociaciones para el acuerdo comercial entre estas dos partes del planeta. Esa misma posición también la defiende el Parlamento Europeo, que en mayo aprobó por mayoría una resolución no vinculante que respalda la postura de la industria audiovisual europea.

La Comisión Europea mantiene que «la excepción cultural no es negociable», tal y como reiteró ayer su presidente, Jose Manuel Durão Barroso, quien garantizó que este acuerdo comercial no pondrá en peligro el sistema actual de cuotas y bonificaciones de las que se beneficia el sector europeo para asegurar su supervivencia frente a la feroz competencia de los productos importados desde EEUU.

Sin embargo, Bruselas defiende una forma diferente de aproximarse a las discusiones con EEUU que, en líneas generales, es respaldada por la mayoría de Estados miembros, incluido el Gobierno español. «Nosotros nos alineamos más que en la excepción cultural, en la posición mayoritaria de Europa de defender las industrias culturales y creativas en un entorno de competencia razonable con los países de fuera de Europa», dijo ayer el ministro de Cultura, José Ignacio Wert a Efe.

El borrador del documento final que someterán a votación este viernes los responsables europeos de Comercio establece tres «líneas rojas» para garantizar la continuidad de la excepción cultural. En concreto, especifica que las negociaciones con EEUU «no afectarán a ninguno de los mecanismos existentes en la UE o los Estados miembros para la promoción de obras europeas», tales como la financiación pública o las cuotas que aseguran un mínimo de proyecciones de filmes europeos.

El texto también garantiza la continuidad de los subsidios y establece que la UE dispondrá de un margen para imponer más medidas de protección para adaptarse al ámbito digital. Según explican fuentes europeas, con estas salvaguardas se garantiza la protección de la industria europea, mientras que la exclusión ante de las negociaciones sería un error puesto que abriría la vía a que EEUU hiciera lo mismo con otros sectores que pretende proteger y sobre los que Europa tiene interés.