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  • Lucia Mendez

‘Viene Soraya, viene Soraya’

Un susurro empezó a pasar de un salón a otro del hotel de lujo, subió por el hueco de las escaleras y llegó hasta la antesala donde cientos de personas se apiñaban esperando la llegada del profeta. «Viene Soraya, viene Soraya». Los más veteranos frenaron el paso. Entonces no será tan grave. Aunque la mayoría de la concurrencia sí esperaba que fuera grave. Incluso más que en Antena 3. Una cierta decepción se reflejaba en los rostros de los periodistas y algunos asistentes, que iban –o íbamos– buscando sangre. Eduardo Zaplana lucía desbordado por una cantidad de asistentes como no se había visto en el Siglo XXI desde la gloriosa Transición. Sólo en la alfombra roja de los Óscar puede verse una concentración de cámaras semejante a la que ayer esperaba a José María Aznar y lo encontró con Soraya Sáenz de Santamaría. Una pareja no prevista que rebajó el suflé de las expectativas de un público que esperaba emociones más fuertes y encontró una reflexión de carácter intelectual propia de Faes. La vicepresidenta del Gobierno cumplía ayer 42 años y como resulta dudoso que ella considere un planazo sentarse a escuchar un discurso de Aznar a la hora de la merienda, lo más probable es que fuera Mariano Rajoy quien la enviara en comisión de servicios para amansar al orador y que hoy los medios hablen de reconciliación y no de ruptura. Porque sólo con José Manuel Soria, que también estuvo, no era suficiente. El presidente del Gobierno ha debido de pensar que hacer el vacío a su antecesor en las tribunas de opinión no le conduce a nada más que a los cotilleos. Y de todos es sabido que no le gustan nada.

La capacidad de convocatoria de Aznar está fuera de duda. Todo su mundo del pasado y del presente estaba sentado en la sala, empezando por su mujer, Ana Botella. Juan José Lucas, Carlos Aragonés, Gabriel Elorriaga, Pedro Antonio Martín Marín, Miguel Ángel Rodríguez, Javier Fernández-Lasquetty, Jaime García-Legaz, Cayetana Álvarez de Toledo, Ignacio Astarloa, Javier Zarzalejos. El partido envió a Carlos Floriano.

Pero también destacó la nutrida representación de empresarios. Luis del Rivero, Arturo Fernández, Fernando Fernández Tapias, Enrique Cerezo. Y hasta ocho embajadores de países extranjeros, incluyendo el de Corea del Sur. A lo mejor es que creen que Aznar va a volver de verdad.