Los datos. Dos expedientes de jubilación por incapacidad (archivados), en 2005 y 2007. Informes de forenses diagnosticando trastornos psíquicos. Una sanción de tres meses de suspensión de empleo y sueldo por situación de abandono del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Roque (Cádiz). Dos faltas graves, con multas de 6.000 euros en ambos casos, por desatender de manera reiterada los requerimientos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y una condena de 7.115 euros por no pagar el alquiler.
Un currículo «polémico» y «contundente» como su protagonista, Elpidio José Silva Pacheco. Al menos, así lo califican en el entorno jurídico y lo demuestran los hechos. Este granadino, formado en juzgados locales de primera instancia e instrucción –Lora del Río (Sevilla), Aracena (Huelva) y San Roque (Cádiz)– y en las audiencias provinciales de Las Palmas y Cuenca, volvió a meter en la cárcel al ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa.
Justo tres semanas después de decretar la prisión bajo fianza de 2,5 millones de euros del banquero, Silva sentenció una nueva orden de cárcel, pero, esta vez, sin fianza. El «singular» juez –otro de los adjetivos que le acuñó el ámbito jurídico– volvió a sorprender con una citación de urgencia de Blesa y el ingreso en prisión de éste el mismo día del interrogatorio.
La accidentada trayectoria profesional de Silva pone en entredicho los 22 años que lleva ligado al mundo de la judicatura y el brillante expediente académico que obtuvo en sus años de estudio. El juez se licenció en Derecho con Premio Extraordinario de Licenciatura, fue númerouno de su promoción en la especialidad de Derecho Público y se erigió como doctor con la categoría de cum laude.
Elpidio José Silva saltó a la opinión pública gracias al caso Blesa hace apenas ocho meses, cuando Fernando Andreu, juez de la Audiencia Nacional e instructor del caso Bankia, decidió que el ex presidente de Caja Madrid debía ser investigado por un juzgado de Madrid. Eso fue el 2 de octubre de 2012. Desde esa fecha, los entresijos de la trayectoria jurídica de Silva Pacheco han ido saliendo a la luz.
El juez, actual titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, fue denunciado por no pagar el alquiler de su casa, siendo citado a declarar en un juicio por este caso. Sin embargo, Silva no acudió y, en 2009, fue condenado en rebeldía por su compañero del Juzgado de Primera Instancia número 70 de Madrid a pagar los 7.115 euros que debía, cantidad que luego consignó.
Es más, hace tan sólo dos meses, el CGPJ le abrió un expediente disciplinario por su «absoluta y manifiesta falta de motivación» en sus resoluciones y la «desatención o el retraso injustificado y reiterado» en la tramitación y resolución de los asuntos del juzgado. A esto sumó una supuesta falta grave en relación al «exceso o abuso de autoridad, o falta grave de consideración» en relación a los funcionarios de su juzgado. Precisamente, Silva Pacheco ya fue sancionado en dos ocasiones por este tipo de faltas. Fue en 2009 y 2010. Sin embargo, el Tribunal Supremo las revocó porque los procedimientos disciplinarios caducaron.
El pasado abril, el juez volvió a sorprender tras decidir imputar a la decana del Colegio de Abogados de Madrid por una denuncia, en contra de la resolución de archivar el caso que tomó la juez que le precedió.
La Audiencia Provincial de Madrid estudia ahora la recusación presentada contra él por Blesa en la causa de Gerardo Díaz Ferrán.