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  • Federico Jimenez Losantos

¿Qué quiere Aznar? ¿Y Rajoy?

ES NATURAL que votantes, militantes, simpatizantes y cargos públicos del PP se pregunten, después de ver su estruendosa reaparición política, si Aznar tiene un plan para volver a la dirección del partido, si lo que busca es obligar al Gobierno a cumplir el programa político que prometió o si, simplemente, quiere demostrar a Rajoy y su vicetodo Sáenz de Santamaría, salvavidas del Grupo Prisa, que no tolerará, al menos no sin lucha, que un Gobierno del partido creado por él lo haga víctima, a través de Cebrián y compañía, de una campaña de destrucción personal, familiar y política. En resumen: ¿qué quiere Aznar? ¿Volver a dirigir el partido y aspirar al Gobierno? ¿Evitar que un gobierno del PP suba los impuestos más de lo que proponían los comunistas y traicionar sus promesas de regeneración institucional, sobre todo en lo que se refiere a la independencia judicial y a la lucha contra el separatismo? ¿O simplemente evitar que Rajoy utilice la Era de Aznar y su persona no como modelo legitimador sino como objeto de rechazo para que le perdone una izquierda que es poco más que Prisa?

En mi opinión, Aznar quiere a toda costa lo tercero, aspira sin duda a lo segundo y sueña, no muy en serio, con lo primero. Si estuviera claro lo primero –el liderazgo del PP y La Moncloa– en un año tendría con él a medio partido. Si se limita a lo segundo, podría ser incluso compatible con Rajoy. Pero mientras no renuncie a lo tercero, y no renunciará, la guerra seguirá. Mientras Rajoy y Cebrián sean aliados contra él, Aznar los atacará a los dos. Y con razón.

El número de ayer de El País es un ejemplo brutal de la clase de basura no sólo anti-Aznar sino rabiosamente anti-PP que está financiando Soraya Sáenz de Santamaría, o sea, Mariano Rajoy. ABC o La Razón pueden defender a Rajoy, pero no mediante la injuria personal y la burla a todos los valores que el PP defiende desde hace veinte años. Si la Ser es el clarín que cada mañana toca a degüello contra Aznar, y está financiado y respaldado por el Gobierno del PP, hay una pregunta más importante que la de «¿Qué quiere Aznar?»; y es «¿Qué quiere Rajoy?». ¿Tan grande es su animadversión personal que prefiere luchar contra Aznar con Prisa antes que luchar contra el Prisoe con Aznar? Pues, por lo visto y leído, sí.