La «evolución inteligente» del PSOE

La Conferencia sobre la mejora de la calidad democrática y la organización del partido concluyó con un trabajado documento de 63 páginas dirigido por Ramón Jáuregui pero con temas cruciales en el aire, pendientes de cerrar y concretar.

Y es que el PSOE está muy gallego en asuntos cruciales, como si hubiera nacido en las Rías Baixas, y no termina de decir si sube o baja, si se atreve o no, si da un paso adelante o se queda a la mitad. Alfredo Pérez Rubalcaba, que lo sabe, lo advirtió en su primera intervención. Y mucho más cuando respondió a una batería de intervenciones de dirigentes del Partido Socialista de Madrid que, preparadas o no, incidían en la línea de flotación.

El líder del PSOE volvió a ejercer de gallego en lugar de cántabro: «No queremos una revolución en el PSOE, yo diría que buscamos una evolución inteligente». Y pidió comprensión. Las primarias a la francesa quedan por reglamentar, la elección del secretario general por este sistema, pendiente de debatir, y los marcos de nueva militancia y participación ya se concretarán.

El secretario de Organización, Óscar López, de Segovia, también quiso ejercer como si fuera de Cambados, pero no le salió bien. Dibujó un escenario poco concreto y se encontró con críticas. López se limitó a decir que el debate está abierto y que hay múltiples posibilidades, pero no será hasta la Conferencia Política cuando se concreten y no serán efectivos hasta que los apruebe un Comité Federal. Patada al balón hasta 2014.