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FRAUDE FISCAL

Suiza se queda sin el delator Falciani

El delator de evasores fiscales Hervé Falciani podrá seguir su tour por países interesados en los entresijos de la ingente cantidad de datos que durante años acopió como informático del HSBC de Ginebra. La Audiencia Nacional rechazó ayer extraditarle a Suiza, al estimar que nada de lo que le atribuyen las autoridades helvéticas podría considerarse delito en España.

La decisión pone fin a 10 meses de expediente de extradición que se activó con el arresto del francoitaliano en el puerto de Barcelona. El pasado diciembre quedó en libertad e intensificó su colaboración con las autoridades, incluido el CNI. En la lista Falciani aparecían más de 600 nombres españoles con cuentas opacas en Suiza, encabezados por la familia Botín.

La resolución, de la que ha sido ponente José Ricardo de Prada, supone que el Gobierno no tendrá que echar mano del veto para bloquear la entrega efectiva, como era su intención en el caso de que la Justicia accediera a la extradición.

La Sala se ha centrado en el requisito de la doble incriminación, es decir, si los hechos relatados por Suiza supondrían una ilegalidad en España. Y la respuesta coincide con la de la Fiscalía: no. Suiza imputa a Falciani cuatro delitos: sustracción de información, violación del secreto comercial, violación de secreto bancario y espionaje económico. De los dos últimos, la Sala resalta que el secreto bancario no existe como tal en España, y que el de espionaje debe considerarse como «un delito político» que sólo busca los «exclusivos» intereses de Suiza. Sí entra a examinar a fondo si cabría aplicar en el artículo 199 del Código Penal español, que castiga con hasta tres años de cárcel al que «revelare secretos ajenos» conocidos por motivos de trabajo. Pero tampoco.

«La información se refiere a actividades sospechosas de ilegalidad, incluso constitutivas de infracciones penales (defraudación tributaria, blanqueo de dinero, posible financiación del terrorismo...), lo que necesariamente nos lleva a considerar que sería una información de ninguna manera susceptible de legítima protección», dice la Audiencia, en una resolución muy dura con Suiza y el HSBC.

Del episodio más sombrío de Falciani –su viaje al Líbano, según Suiza para vender los datos– la Audiencia dice que es demasiado vago como para considerarlo delictivo. Así que Falciani ya es libre de viajar a EEUU, donde le esperan con los brazos abiertos.