ESTAFA AL CONSUMIDOR

Carne equina con antiinflamatorio

Un 5% de las muestras enviadas a la UE por los países miembros contienen ADN de caballo y un 0,5% incluye un medicamento prohibido en la cadena alimentaria

Un carnicero muestra una porción de carne de vacuno picada en un mercado de París. / AFP

Casi un 5% de la carne de vacuno analizada durante el último mes en la Unión Europea contenía trazas de ADN de caballo, mientras que en un 0,51% de la carne de equino examinada aparecieron restos de fenilbutazona, un fármaco prohibido en la cadena alimentaria.

Los resultados de las pruebas realizadas por las autoridades sanitarias de cada Estado miembro revelan que el escándalo de la carne de caballo es más un caso de fraude comercial que de seguridad alimentaria. En 193 de los 4.144 test que se llevaron a cabo de forma aleatoria sobre carne de vacuno se detectó ADN de equino, mientras que sólo en 16 pruebas de un total de 3.115 aparecieron restos de fenilbutazona.

El departamento de Sanidad y Consumo de la Comisión Europea encargó a los Estados miembros que realizaran dos tipos de pruebas sobre la carne destinada al consumidor. Una para identificar en cuántos casos se vendía carne de caballo etiquetada como si fuera de vaca y otra para saber en cuántas muestras de carne de caballo vendida como tal aparecían restos de este inflamatorio, cuya ingesta en grandes cantidades puede suponer un riesgo para la salud humana. Es decir, una prueba pretendía averiguar la magnitud del fraude económico y la segunda medir el peligro que existe para la salud pública en la comercialización de carne de caballo.

Los resultados muestran que el mayor caso de fraude se ha producido en Francia, donde en 47 de las 353 pruebas realizadas (un 13%) se detectaron restos de ADN equino, a pesar de que la carne se vendía al público como carne de vacuno. En Grecia aparecieron 36 muestras fraudulentas de un total 288 (12,5%), mientras que Alemania es el tercer país con más casos de fraude en términos absolutos (29), pero que representan sólo un 3,3% de todas las muestras realizadas. España, tal y como adelantaron un día antes los ministerios de Agricultura y de Sanidad, sólo han aparecido restos de caballo en ocho de un total de 189 muestras analizadas (un 4,2%).

En Reino Unido no se ha detectado ningún caso de fraude en las 150 pruebas llevadas a cabo, pero es sin embargo el país que concentra la mayoría de casos donde apareció fenilbutazona en la carne de caballo analizada. Fue de hecho en Reino Unido donde saltó la alarma y una vez analizados todos los equinos sacrificados en matadero, han aparecido 14 de los 16 casos de toda la UE, el 87,5%. Las otras dos pruebas que han dado positivo provienen de Irlanda y República Checa.

Visiblemente aliviado por el resultado de las muestras, el Comisario de Salud y Protección al Consumo, Tonio Borg, atribuyó a un «asunto de fraude alimentario» el escándalo detectado a principios de año en varios países europeos, pero no a un caso de seguridad alimentaria. Aún así, el comisario maltés sostuvo que es de vital importancia restablecer la confianza de los consumidores y por ello anunció que propondrá a los Estados miembros nuevas medidas para reducir el abuso en la industria cárnica. «En los próximos meses la Comisión propondrá reforzar los controles juntos a la cadena alimentaria en línea con las lecciones aprendidas», dijo Borg en un comunicado.

También ha propuesto sanciones más duras en los casos de fraude en el etiquetado y la comercialización de los productos y un nuevo pasaporte de caballos que refuerce los controles que existen actualmente dentro del territorio comunitario. La próxima semana tendrá lugar una primera reunión del Consejo de Agricultura, donde los Estados miembros discutirán los resultados de estas pruebas. El Parlamento Europeo también participará en las discusiones para endurecer las normas actuales y ya ha pedido que los socios impongan «sanciones proporcionales a los beneficios que obtengan las empresas que violen las normas, para que no merezca la pena cometer un delito», según una resolución votada ayer en el pleno de Estrasburgo.