Se ha ido a jugar a la petanca con Stéphane Hessel, en el green del Edén. José Luis Sampedro, autor de El río que nos lleva, la historia de los gancheros que bajaban desde mi Serranía los pinos por el Tajo y el Júcar, como si fueran toros salvajes, se ha extinguido antes que el capitalismo, cuando en España se adivina una ola constituyente y una colisión con el futuro. Lo mismo que en los tiempos de Ortega, el tigre sigue sin destigrarse. Caen por la guillotina del tiempo las últimas cabezas mientras los líderes políticos y empresariales generan toxicidad. Así lo explican Pascual Olmos y Álex Rovira en La vida que mereces, pintura negra de una situación crítica.
Dicen: no hay líderes, faltan cabezas, y quizás el problema no son las cabezas, sino los modos; los políticos y los empresarios que se han olvidado de sonreír a los clientes, dice el fundador de Room Mate Hotels, Kike Sarasola. Una empresaria catalanojerezana me explica: «Kike es un crack se mete en el bolsillo a quien quiera, si su interlocutor es un derechón se pone el sombrero derechón. Un gran actor, un soñador, una constante ebullición de ideas». Su marca ha traspasado fronteras y sigue en expansión. Lo explica en Más ideas y menos másteres, donde cuenta como de niño jugaba al Monopoly. «Lo que me gustaba era ver el tablero sembrado de esas casitas rojas que suponían hoteles». Su padre le dijo, «Kike, tú dedícate a hoteles». Proclama que hay que dinamitar modelos encorsetados y nadar contracorriente, como el salmón esforzado. «La pasión es el más potente de los combustibles».
PD. Llevo muchos años en este oficio, no te llaman nunca para agradecer los elogios que merecen sino las críticas que les dedicas. Este es el caso de Álvaro Lapuerta, tesorero del PP, al que califiqué de «caballero» en el artículo Bárcenas no quiere ser Torres o sí, que tanto estrépito ha causado. El señor Lapuerta me amenaza con acciones penales y civiles si no rectifico algunas afirmaciones que hice en la columna de EL MUNDO y en El Gran debate de T5. En ambos casos lo señalaba como el depositario de los «papeles» de Bárcenas. «Ésta afirmación es falsa de toda falsedad -dice- y no está exenta de intencionalidad y va, sin duda, dirigida a que en un futuro se atribuya a mí la posible aparición pública de los papeles». Yo me limité a recoger las declaraciones del Tercer Hombre, muy allegado a Bárcenas. Le sugiero, don Álvaro, que se entiendan entre ustedes y no intenten pasar las responsabilidades al mensajero que no debe revelar las fuentes. Las fuentes son sagradas como las del Nilo. Ya lo dijo el clásico: antes la muerte que la fuente.