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  • Santiago Gonzalez

'Game over'

Rajoy podía optar entre sartén o fuego en su comparecencia del sábado. Optó por quedarse en la sartén, está más en su carácter. Creo que dijo la verdad, si bien se echó a faltar en su discurso un anuncio de querella contra quien escribió su nombre y una cifra, imitando con tanto esmero la letra del ex tesorero Bárcenas.

No habrá pruebas en contra, pero le exigirán que demuestre su inexistencia, lo que le tendrá siempre bajo sospecha y cada exculpación como la de Mato será otro golpe.

El PP tiene mala suerte: su corrupción crea mucha más alarma social que la de su competencia. Veamos unos sencillos ejemplos: hasta la semana pasada, yo mismo desconocía la existencia de Lola Reyes. Fue alcaldesa socialista de Chipiona y supe de ella al ser condenada por enchufar en su Ayuntamiento a 345 personas entre 2000 y 2004. Todo el mundo sabe que el cacique Baltar, Natalio Rivas de nuestro tiempo, colocó a 115 en enero de 2010. ¡Ah!, las 126 portadas de los trajes de Camps.

Bárcenas -qué gran doble de luces para Gandolfini en Los Soprano- llegó a tener en cuenta suiza 22 millones de euros. Dos alcaldes socialistas de Ciempozuelos se hicieron con casi el doble (40 millones) mediante una recalificación de terrenos.

El año pasado supimos que CiU, con menos del 5% de los votos del censo, había captado el 42% de las donaciones anónimas que se hicieron en España entre 1987 y 2007. El PNV, el 27,5%, con el 1,37%; el PP, el 25% y, muy por detrás, el PSOE, que solo captó el 5,3%.

En respuesta a una pregunta de Trillo, que se quejaba de persecución a los miembros del PP, el fiscal general Conde-Pumpido dio a conocer el 18 de noviembre de 2009 los números de la corrupción de cada quien hasta la fecha: encabezaban el PSOE, con 264 casos, y el PP, con 200. Cerraban el PNV y el BNG con tres cada uno. Desde la altiva princesa a la que pesca en ruin barca, sin ánimo de señalar, naturalmente.

El remitente Espada comparaba esto con la tremenda legislatura 93-96, con el gobernador del Banco de España, el ministro del Interior y el director de la Guardia Civil en la cárcel, y concluía que esto no es más grave. Estaban los fondos reservados, el ministro Albero (que escaqueó 20 millones a Hacienda), la Cruz Roja, el papel del BOE. Cierto, pero hay dos diferencias: quedaba la posibilidad de la alternancia y el pueblo no se constituyó en turba ante Ferraz.

No va más, game over. «Decidme de una vez si no fue alegre todo aquello», comenzaba un poema de Alberti.

Hemos tenido la fortuna de vivir en los últimos 35 años la etapa más larga de convivencia democrática que ha conocido la Historia de España, pero eso es algo acabado, como entendió antes que nadie Gil de Biedma al escribir que la nuestra es la más triste: «Porque termina mal. Como si el hombre,/ harto ya de luchar con sus demonios,/ decidiese encargarles el gobierno/ y la administración de su pobreza».