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El gerente del PSOE se 'reunió' con Amy Martin y la contrató

Xoán Cornide firmó el acuerdo por el que Ideas pagó a la autora inventada por Mulas y su esposa 0,26 por cada carácter -espacios incluidos- escrito y traducido

El objeto del contrato con 'Doña Amy Martin, periodista y escritora' era 'realizar análisis científicos... de las cuestiones más candentes... desde una perspectiva progresista'

En la cláusula 6ª 'Amy Martin certifica que de forma paralela realiza prestaciones para otras empresas'. En la 7ª cede sus derechos 'para todos los países'

El contrato pactado tras la 'reunión', que recoge las firmas de Cornide y de la imaginaria Amy Martin . / EL MUNDO

El máximo responsable de las finanzas del PSOE, Xoán Cornide, afirma en un sorprendente contrato -al que ha tenido acceso este diario- que él mismo se reunió con la inexistente escritora Amy Martin y que, tras comprobar su documentación estadounidense, la contrató para la Fundación Ideas por hasta 3.000 euros por artículo.

Pese a que Irene Zoe Alameda, la esposa del director de Ideas, remitió un comunicado el jueves en el que asegura que ella es Amy Martin y que ésta no existe, el gerente del PSOE y de la institución estampó su firma en un documento que manifiesta que él mismo se ha reunido con la fantasmal autora.

«El 15 de septiembre de 2010, reunidos Don Juan Manuel Cornide, mayor de edad y gerente de la Fundación (...) y Doña Amy Martin, mayor de edad»... Así arranca el contrato, que especifica la dirección de Washington de la inexistente autora y su número de identidad estadounidense.

Xoán Cornide expone en el contrato que necesita a Amy Martin, porque «la Fundación Ideas es un centro de debate y de pensamiento progresista, que tiene como principales objetivos aportar nuevas ideas al debate económico y social, y realizar análisis científicos y rigurosos de las cuestiones más candentes, señalando los retos y oportunidades, y ofreciendo soluciones novedosas y políticamente aplicables».

Amy Martin era, según se deduce del documento, «la periodista y escritora» idónea para cumplir tales objetivos, así que establecieron un contrato de arrendamiento de obra, en la que la Fundación Ideas creaba Amy Martin Global Observer, una sección en la página web donde publicar las colaboraciones del fichaje. Ella se comprometía a elaborar «una serie de artículos de análisis y opinión sobre las cuestiones globales de interés», aunque, ya que iba a cobrar dinero, debía escribir «desde una perspectiva progresista y relacionados con los trabajos de investigación que desarrolla la Fundación Ideas». Amy Martin se comprometía a suministrar una imagen de marca para acompañar los artículos en la web. Fue la empresa del director de la Fundación Ideas, Carlos Mulas, y de su esposa la que registró la marca y esta última la que lo diseñó unos meses después.

La falsa escritora se aseguró en el contrato una frecuencia y unas tarifas que le iban a asegurar un apreciable sueldo. Por un lado, Cornide le pedía un artículo cada dos semanas como mínimo «para mantener la sección vinculada a la actualidad» y le ofrecía una remuneración que en los medios de comunicación se considera estratosféricamente fuera del mercado. «La autora recibirá una cantidad de 0,16 céntimos de euro más impuestos por carácter» y, por si fuera poco y pese a existir una traductora en plantilla, el gerente la ofreció la posibilidad de que ella misma se autotradujera al inglés o al castellano sus propios textos pagándole otros 10 céntimos adicionales por carácter. La Fundación Ideas quedaba exonerada de pagar a Amy si ésta no cumplía y no enviaba con la periodicidad prevista los artículos. Esta institución del PSOE recibió en el año en que se firmó el contrato tres millones de euros de subvenciones del Estado, lo que constituyó su fuente fundamental de ingresos.

Según el texto, la inexistente periodista y escritora «certifica que realiza, de forma paralela al presente contrato, otras prestaciones profesionales como autónomo o asalariado para otras instituciones, empresas o Administración, en el ámbito de su competencia profesional». Este diario nunca encontró tales prestaciones pese a que, hasta su destitución, el propio Mulas aseguraba que las tenía. Su esposa confesó posteriormente que no era cierto.

La contrapartida que ofreció Amy Martin al gerente del PSOE era la cesión «con carácter exclusivo de los derechos de autor sobre la obra a favor de la Fundación Ideas». Cornide la arrancó los derechos durante un año y «para todos los países del mundo». Tras el contrato, Amy Martin debutó con un artículo traducido por ella misma sobre el G-20 y otro titulado Clinton versus la ONU. Por cada uno de ellos cobró 2.952 y 2.843 euros, respectivamente, según las facturas que pasó a cobro su agente Casanovas & Lynch.

La farsante logró facturar unos 50.000 euros entre 2010 y 2011 con artículos sobre, entre otros, el cine en Nigeria, las agencias de ráting -sólo publicado por Mulas- o el titulado Nuevas ideas para la felicidad. También cobró por trabajos no previstos en el contrato, como los 1.401 euros que facturó a la Fundación por asesorar a Mulas en un contrato sobre «sindicatos y la socialdemocracia». Éste publicó el artículo y agradeció públicamente a su asesora el apoyo prestado.

El gerente del PSOE también realizó al menos otra polémica contratación, la de las consultoras de su propio amigo Juan Manuel Limón. A cambio de la asesoría jurídica y fiscal de estas sociedades y la gestión de nóminas de una cincuentena de empleados, las consultoras facturaron 400.000 euros en 2010 y 2011 a la Fundación Ideas. Limón es un colaborador habitual de Cornide y tiene creadas empresas del PSOE en el propio domicilio social de las consultoras contratadas. Cuando EL MUNDO publicó este hecho el pasado lunes, la portavoz parlamentaria del PSOE defendió que este tipo de contratos a afines y familiares son «legales y morales».