SIEMPRE he querido escribir en medios neutrales, en los que no chirriasen mis verdaderas opiniones. Comprendo que EL MUNDO no coincide, en todo, conmigo, pero se ha resignado, por ejemplo, a publicar mis troneras dominicales, aunque cambiándolas de sitio (nunca creí que resultaran ofensivas en conciencias normales: no hacen afirmaciones ofensivas, sino constataciones históricamente comprobadas). Personalmente carezco de verdaderos amigos -y menos admiradores- en este periódico, aunque supongo que un par de colaboradoras conocen mi admiración por ellas; y otro par de colaboradores y las voces de las secretarias, mi simpatía. Por supuesto, también en este medio existen los recortes. Y por supuesto mi oposición a ellos en el exterior y alrededor mío, también será conocida. Sin embargo, su comunicación -y alguna advertencia correctiva en visitas papales- son las únicas ocasiones de contacto conmigo. Por eso quiero comunicarles que estoy solo en EL MUNDO. Y quiero que el mundo de mis lectores, si es que existe (otro Mundo no conozco post mortem) sea el primero en saberlo. Gracias a quien me lea. Hasta mañana.