Josep Pujol admite que tiene dinero en un paraíso fiscal

Un hijo del ex presidente de la Generalitat reconoce que acaba de regularizar unacantidad en torno a dos millones

Asegura que si aparecen cifras mayores pueden corresponder a otra persona que se llama Josep Pujol Ferrusola como él

Advierte que existe otro Jordi Pujol Ferrusola y que puede ser el propietario de bienes que se le atribuyen a su hermano

DOMÈNEC UMBERT

Josep Pujol ha reconocido a EL MUNDO que posee dinero en paraísos fiscales. El segundo de los varones del matrimonio Pujol-Ferrusola confirma que acaba de regularizar en torno a dos millones de euros acogiéndose a la amnistía fiscal del Ministerio de Hacienda, que permite declarar el dinero opaco en el extranjero a cambio de pagar sólo el 10% del importe total.

Otras fuentes cifran en 22 millones el dinero regularizado por Josep Pujol. Él lo niega tajantemente y asegura que, si aparece una cifra mayor, podría tratarse de una confusión. Dice que hay un empresario que se llama exactamente igual que él, Josep Pujol Ferrusola, e incluso otro que tiene idéntico nombre y apellidos que su hermano mayor, Jordi Pujol Ferrusola.

Josep Pujol admite que tiene dinero en paraísos fiscales y explica que ha aprovechado la Declaración Tributaria Especial (DTE) del 30 de noviembre de 2011, más conocida como la amnistía fiscal, para regularizar su situación con Hacienda.

Con esta exención, las personas que escondían fondos en paraísos fiscales se libran automáticamente de la posibilidad de ser imputados de un delito y del pago de la multa correspondiente a cambio de abonar al fisco español el 10% del importe total. Con esta medida, Hacienda ha ingresado 1.200 millones de euros y ha aflorado un total de 12.000 millones de euros opacos hasta la fecha.

El segundo de los hijos varones del ex presidente autonómico catalán, Jordi Pujol Soley, y de Marta Ferrusola reconoce a EL MUNDO que ha regularizado una cantidad cercana a los dos millones de euros que guarda en un paraíso fiscal. No ha querido concretar si se trata de Suiza o las Islas del Canal como su hermano Jordi o de Liechtenstein, como Artur Mas.

Otras fuentes aseguran que la cifra real es muy superior, en torno a 22 millones de euros, y hay quien habla incluso de seis millones, cantidad que coincide con el dinero que él se llevó oficialmente de la venta de la consultora Europraxis (Josep Pujol era el alma máter y poseía el 14% de las acciones) a Indra por 44 millones en abril de 2001.

El actual encargado de la división europea y estadounidense de Indra, al que su padre apoda El Seductor, puntualiza que si aparece una cifra mayor regularizada, los 22 millones de euros que citan otras fuentes por ejemplo, probablemente se trate de una confusión. Y alega en su descargo que hay otro importante empresario catalán que se llama exactamente igual que él: Josep Pujol Ferrusola. Maria Antònia Munar, ex presidenta del Consell de Mallorca condenada a cinco años de cárcel, aseguró que unos terrenos al lado del aeropuerto de Palma no eran de su propiedad sino de un primo que se llamaba igual que su marido. La Fiscalía cree que son suyos.

Pero va más allá. En el colmo de las supuestas coincidencias, añade que hay un Jordi Pujol Ferrusola que acumula un ingente patrimonio, pero que no es su hermano aunque se llame igual que él y se le atribuyan sus bienes. Hay que recordar que, como publicó este diario, el primogénito y tocayo del ex presidente autonómico catalán esconde fondos en Suiza haciéndose pasar por «marmolista», uno de los múltiples negocios que posee. Jordi Pujol junior, al que una íntima amiga suya acusa de traer de Andorra bolsas llenas de billetes de 500, emplea también las Islas del Canal (Jersey y Guernsey) para poner a buen recaudo la fortuna familiar.

En el seno de la familia Pujol se produjo una fractura el 16 de noviembre pasado, cuando EL MUNDO publicó el borrador de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef), que les atribuye un ingente patrimonio en paraísos fiscales; entre otras cosas, 137 millones de euros en la banca ginebrina Lombard. El financiero Javier de la Rosa asegura que el patriarca abrió la cuenta en la entidad financiera suiza delante de él en 1991 en el mismísimo Palau de la Generalitat. Las noticias de este periódico provocaron una enorme controversia familiar, ya que el jefe del clan y otros de los hijos eran partidarios de «no enseñar la patita» acogiéndose a la amnistía fiscal.

Josep Pujol fue protagonista en 2002 al vender a Indra por 44 millones la consultora Europraxis que, según reconocen varias de las personas que participaron en la transacción, «no valía más allá de nueve, como mucho, y siendo generosos». Indra quería dar un salto cualitativo en Cataluña, donde en 2001 tan sólo tenía el 6% de su negocio en España, casi la tercera parte de lo que esta comunidad representa en el PIB, el 20%.

Los contratos se multiplicaron exponencialmente después de que el 5 de abril de 2001 Indra adquiriese Europraxis, una pequeña consultora, por 44 millones y la condición de situar a sus gestores como directivos de la compañía de telecomunicaciones durante cuatro años a cambio de otros nueve millones.

Inmediatamente, Indra resultó agraciada con un contrato de 13 millones para modernizar la gestión tributaria de la Generalitat, otro de 3,4 para mejorar la regulación del tráfico en la comunidad, otro de 4,7 millones de la Autoridad Metropolitana del Transporte y un cuarto del Puerto de Barcelona. La compra de Europraxis fue rentable para Indra, que pasó de 20 millones de facturación anual en Cataluña a 60.